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-¿Qué es el linfedema?
-El linfedema es una patología de los vasos linfáticos que se define como aumento de líquido y proteínas en el intersticio que se manifiesta por el edema (hinchazón) de los miembros inferiores o superiores, genitales, cara o hemicuerpo. Al principio este edema se presenta por la tarde, siendo blando y cediendo con la elevación del miembro afectado. Con el tiempo, este edema se va tornando más consistente, presentando a la palpación cierta dureza por la fibrosis que se va produciendo, además de ser más persistente e incluso ya permanente.
-¿Cuáles son sus causas?
-Se clasifican en idiopáticas y secundarias. Dentro del primer grupo se encuentra la causa hereditaria (enfermedad de Milroy). En el grupo de las causas secundarias se encuentran las de tipo traumático, inflamatorio, posterapéutico, neoplásico, flebo-linfedema y de tipo parasitario-infeccioso. En este punto me gustaría citar al cáncer de mama y su tratamiento quirúrgico, que incluye la resección de los grupos ganglionares afectados, que pueden ser los axilares; dejando así, sin drenaje linfático a la región afectada. Con esto se produce la hinchazón del brazo, que se define como linfedema posneoplásico.
-¿Cómo se clasifica, según la gravedad?
-Existe una clasificación de cinco grados, desde el incipiente, hasta la elefantiasis, diferenciandose de acuerdo con el borrado de las prominencias óseas de los miembros.
EL TRATAMIENTO
¿En qué se basa la lucha contra el linfedema?
* Dieta: mantener el peso adecuado, con una alimentación sana y evitando las grasas, le ayuda al cuerpo a alivianar el peso y movilizar los miembros, con una actividad normal.
* Higiene: el cuidado de la piel y las uñas evita las infecciones que podrían empeorar el cuadro de esta enfermedad. Una adecuada hidratación de la piel y el cuidado en el corte de las uñas ayuda en este punto.
* Linfocinéticos: existe variedad de medicamentos que han demostrado mejorar la circulación de los vasos linfáticos. Estos deben ser indicados en las dosis necesarias, ya que se utilizan también en las enfermedades venosas.
* Drenaje linfático manual: su aporte en esta patología es muy importante. Para lograr el resultado deseado, debe ser correctamente realizado con personal entrenado para el mismo, con conocimientos anatómicos de la distribución linfática del cuerpo. Lo que este implica es la apertura de canales de drenaje del líquido linfático, mediante movimientos suaves que se inician en la localización de los grandes grupos ganglionares anatómicamente descritos, de acuerdo al miembro afectado.
* Presoterapia: su base se centra en los principios del drenaje manual, aunque debemos recalcar que su beneficio es más limitado. Se utilizan botas que se van cargando con aire gradualmente, iniciando su presión en los pies y ascendiendo lentamente.
* Vendaje: existe en la actualidad una variedad inmensa de vendas y medias con compresión graduada que se utilizan bajo prescripción médica, de acuerdo a la necesidad. Esto ayuda a disminuir "la hinchazón" mientras uno realiza sus actividades diarias. Se debe establecer la compresión adecuada para esta enfermedad por un especialista para obtener un beneficio.
* Ejercicios: hay ejercicios que se pueden realizar diariamente para que el movimiento de los miembros y articulaciones del cuerpo mejoren la circulación linfática. Estos son altamente recomendados y brindan su aporte en el tratamiento.
* Soporte sicológico y familiar: no debemos olvidar el beneficio de un apoyo sicológico para el paciente, ya que esta enfermedad afecta la estética y hasta dificulta la movilidad del miembro afectado, además de ser asimétrico, en muchos casos. El sentir la comprensión del entorno da un beneficio vital. En otros países, existen grupos de autoayuda para compartir este problema y ver que no están solos en la lucha.
¿Cuál es el pronóstico de esta dolencia?
- Debemos ser sinceros en afirmar que esta enfermedad nos exige un cuidado constante y controles periódicos, ya que no se puede dar una solución definitiva. Más bien, tratamos de mejorar las condiciones de vida de los pacientes para que puedan realizar una vida normal, sobrellevando las limitaciones que implica esta enfermedad. No nos dejamos vencer en este soporte que como médicos debemos prodigar al paciente, pero tampoco restamos valor a la familia y entorno para aportar toda la contención necesaria en estos casos.