Retinopatía diabética

La diabetes mellitus origina complicaciones en varios órganos del cuerpo, sin embargo, es posible evitarlas o controlarlas realizando controles regulares.

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Los ojos también pueden ser afectados por esta enfermedad, dando lugar a la retinopatía diabética, la causa más frecuente de pérdida de la visión en personas de entre 20 a 70 años. Otros desórdenes oculares, como glaucoma (incremento de la presión intraocular) o cataratas (opacificación del cristalino), se presentan en forma más temprana en las personas con diabetes.

Existen posibilidades aumentadas de esta complicación en una persona con diabetes de varios años de diagnóstico, con niveles altos de glucemia (glucosa o azúcar en sangre), presión arterial elevada con uso de tabaco.

En esta complicación hay daño en los vasos arteriales, que en muchas ocasiones muestran paredes frágiles y pierden material, mientras que en otras existe formación de vasos nuevos anormales y con elevada posibilidad de originar hemorragias.

Es recomendable un control anual con la dilatación de las pupilas (mapeamiento de retina) realizado por un profesional capacitado para ello, que es el oftalmólogo –retinólogo–, con el objetivo de detectar posibles lesiones. En casos de sufrirlas, los tratamientos específicos y los controles son más frecuentes.

Es aconsejable iniciar las revisiones oculares en las personas con diabetes mellitus tipo 2 en un corto periodo de tiempo posterior al diagnóstico y en las personas con diabetes mellitus tipo 1 desde los 5 años posteriores al diagnóstico.

Las mujeres tanto con DM1 como DM2 que deseen gestación deben realizar también una evaluación previa debido a que el embarazo puede desarrollar o empeorar una retinopatía preexistente.

En caso de padecer una retinopatía diabética, hoy en día existen múltiples tratamientos que pueden evitar la progresión de la misma, como por ejemplo la aplicación de rayos láser o la infiltración intraocular de medicamentos que detienen el crecimiento anormal de vasos sanguíneos en la retina.

Por todo ello son muy importantes lograr un buen control de la glucemia y de la presión arterial así como la realización de exploraciones oculares regulares con el objetivo de reducir el riesgo de esta complicación.

El paciente debe consultar a un especialista oftalmólogo en caso de visión borrosa o doble, ve manchas, moscas, tiene ojos rojos o dolorosos, experimenta presión sobre los ojos y dificultad para la lectura.

aidacaballero@yahoo.com

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