Reparar los tejidos

La cirugía reconstructiva se lleva a cabo sobre estructuras del cuerpo que fueron afectadas por problemas congénitos, traumatismos o enfermedades. Se realiza para mejorar la función o el aspecto físico de la persona y ayuda a mejorar la autoestima. Los médicos son artífices de esta maravilla, que congenia ciencia y tecnología.

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El doctor Bruno Balmelli, cirujano, refiere que la cirugía reconstructiva se ocupa de reparar los tejidos devolviendo la funcionalidad y la estética con la finalidad de que el paciente se reinserte a su vida diaria, social y laboral.

Según expresa, “hay dos momentos en los cuales se puede llevar a cabo esta cirugía: cuando ocurre el accidente u otra situación, o luego de un cierto tiempo, que varía de acuerdo a la patología que presenta el paciente. Por ejemplo: un cáncer de piel que se extirpa de la cara o una mastectomía por cáncer en donde no se realizará radioterapia. En estos casos se puede reconstruir de inmediato, siempre y cuando se confirme la extirpación completa de la lesión”, resalta.

“También se hace este procedimiento a las cicatrices patológicas, queloides e hipertróficas, heridas difíciles, agudas y crónicas; patologías del párpado, de la nariz y de las orejas”, dice el doctor Balmelli.

Por su parte, el doctor Miguel García Wenninger, cirujano plástico, reconstructivo y estético, agrega que “los beneficios de la cirugía reconstructiva son múltiples debido a la amplia gama de patologías que puede tratar. Hay varios ejemplos, como los pacientes que nacen con labio y paladar fisurados, los quemados, niños con malformaciones congénitas en la cara o en la mano, secuelas de accidentes de tránsito, reconstrucción mamaria, luego de las complicaciones de alguna intervención estética tienen una solución”.

El doctor Balmelli acota que “esta cirugía se realiza en todos los pacientes que la necesiten, independiente de la edad y el sexo, siempre que no tengan contraindicaciones clínicas, por alguna enfermedad existente”.

El tiempo oportuno

El doctor García Wenninger observa que “si tenemos un paciente con una herida en la pierna que está muy contaminada, se debe esperar a que se encuentre limpia y en condiciones para ser reconstruida. Otro caso particular es el de los niños con orejas prominentes, que deben ser operados a partir de los seis años, edad en la cual la oreja termina de completar su crecimiento”.

Agrega el galeno: “realizamos numerosos procedimientos y lo interesante es que nunca un caso es igual a otro, esta es la parte desafiante y emocionante de la cirugía plástica”.

La ciencia y la tecnología hoy permiten transplantar tejidos como hueso, músculo, tendones o piel de un lugar a otro por medio de técnicas de microcirugía, o reimplantar partes del cuerpo como dedos, con resultados sorprendentes.

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