La doctora Mabel Valdovinos, cardióloga, señala que “las enfermedades pulmonares crónicas, entre ellas el enfisema pulmonar, son causadas por el consumo de tabaco en cantidad y por muchos años. Cuando no es tratada adecuadamente, produce secuelas irreversibles en el parenquima pulmonar”.

Agrega que “la destrucción del parenquima pulmonar disminuye en forma importante la oxigenación de la sangre y lleva al aumento de la presión arterial pulmonar, produce secundariamente problemas cardíacos porque afecta las cavidades derechas del corazón, que están en conexión con los pulmones, a través de la arteria pulmonar”.

Además, enfatiza que “el corazón tiene cuatro cavidades, siendo las izquierdas las encargadas de mandar por la aorta la sangre oxigenada, y las derechas, de recibir la sangre ya utilizada y mandar a los pulmones por la arteria pulmonar para llenarse de oxígeno nuevamente”.

Estas funciones se producen simultáneamente con cada latido cardíaco, nos dice la profesional médica. “El tabaquismo, además de producir enfermedades pulmonares, constituye también un factor de riesgo para enfermedades coronarias, pues sus componentes actúan sobre el endotelio de los vasos sanguíneos, que es la capa interna que tapiza dichos vasos, produciendo así el daño”, señala.

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“En las enfermedades pulmonares crónicas, la destrucción del parenquima pulmonar y el aumento de la presión en la arteria con el correr de los años produce una sobrecarga sobre las cavidades derechas con dilatación de las mismas y falencia en su función, llevando así a síntomas de insuficiencia cardíaca”, refiere.

También afirma que esta patología se llama “cor pulmonale” y produce falta de aire, cansancio por su propia patología pulmonar, además de su falencia de cavidades derechas.