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La máster Patricia Gutiérrez, fisioterapeuta, informa que este problema es una de las causas número uno de ausentismo laboral, por lo que se convierte en un problema de salud pública y laboral.
“Las causas pueden ser varias, desde una mala postura hasta una hernia de disco intervertebral. Es importante una evaluación minuciosa para llegar a un diagnóstico adecuado y poder implementar el tratamiento indicado para cada caso”, indica.
Agrega que desde la fisioterapia y la kinesiología existen muchas herramientas para calmar el dolor y recuperar la movilidad, lo que supone también recuperar la funcionalidad, pues cuando una persona está con mucho dolor tiene miedo de moverse o de realizar las actividades que acostumbra hacer.
La especialista apunta que en la primera etapa lo importante es calmar el dolor. Para ello existen equipos especializados, como ultrasonido, TENS (electroanalgesia transcutánea), magnetoterapia o termoterapia, con el objetivo de disminuir las molestias y comenzar a movilizar la zona.
“También se pueden realizar terapias manuales, liberaciones miofasciales y flexibilizaciones de los tejidos”, añade.
Resalta que es interesante poder enseñar al paciente a realizar ejercicios adecuados para cuidar su columna, es decir, para saber qué hacer en casos de dolor y, sobre todo, tener conocimiento de cómo prevenir esos episodios de dolor.
Por ejemplo, acostarse boca arriba y llevar una rodilla hacia el pecho ayudado con los brazos; mantenerse en esa posición por 10 segundos y luego realizarlo con la otra pierna. Posteriormente se procederá a llevarlo a cabo con las dos rodillas hacia el pecho y mantenerse así por 20 segundos mientras se respira relajadamente.
“Es importante elongar todos los músculos posteriores del cuerpo, pues son músculos que tienden a contracturarse y si no se realiza actividad física o elongaciones, con el tiempo se pierde la flexibilidad de los tejidos y se vuelve doloroso”, finaliza.