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Los responsables del Hospital del Bellvitge, en Barcelona, presentaron la nueva técnica, con la que ya se operó a 22 pacientes, que minimiza las consecuencias de una intervención por cáncer de mama y que se publica en la revista referente mundial en cirugía plástica, “Plastic and Reconstructive Surgery”.
El cirujano plástico del Hospital de Bellvitge Joaquim Muñoz explicó que la nueva técnica se aplica a las pacientes a las que no es recomendable el autotrasplante de tejido por tener un bajo peso o ser fumadoras, por ejemplo. Entre el 25% y el 35% de las mujeres con cáncer de mama se les tiene que efectuar una mastectomía total del pecho para hacer la resección del tumor maligno.
El nuevo sistema permite que en el mismo acto quirúrgico de la mastectomía se reconstruya de manera integral la mama, incluidos el pezón y la areola, algo novedoso. Hasta ahora, la reconstrucción de estas dos partes se hacía de manera diferida en un intervalo de entre tres meses y un año después de la primera intervención.
La cirugía se lleva a cabo utilizando una endoscopia para extraer el músculo dorsal ancho para ser trasplantado en el relleno de la mama extirpada. La función de este músculo es hacer de sujetador natural con el mismo tejido de la paciente, así como proteger la prótesis mamaria que da el volumen en el pecho reconstruido.
Finalmente, con una pequeña isla de piel circular de la espalda se procede a la reconstrucción del pezón y la areola realizando un remodelado de la piel. Otra ventaja de esta innovadora técnica es la posibilidad de una rápida incorporación a otro tratamiento complementario que deba aplicarse, como radioterapia o quimioterapia.
Muñoz recordó que más de un 90% de pacientes con cáncer de mama superan la enfermedad, “pero el objetivo es minimizar las consecuencias y garantizar la mejor calidad de vida de las pacientes”.
Fuente: EFE