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El doctor Raúl Doria, oncólogo, director del grupo San Roque, refiere que “la princesa viene en su calidad de presidenta de la UICC para promocionar el proyecto de la UICC Asunción-CCAN 2025 Desafío de Ciudades”.
Y, para comprenderlo mejor, la doctora Laura Flores, gerente de Proyecto C/CAN 2025, informa que “C/CAN (en inglés City Cancer Challenge, en español Desafío de Ciudades contra el Cáncer), es una iniciativa global lanzada por la UICC en enero de 2017, para brindar una respuesta a la necesidad urgente de reducir las desigualdades en el acceso al diagnóstico y tratamiento oncológico. C/CAN responde a los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 3: Salud y bienestar; ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles; y ODS 17: Alianzas para los objetivos”.
El doctor Doria menciona en cuanto a los cambios que aportará esta visita que “el proyecto tiene metas a corto, mediano y largo plazo. El motivo principal de la visita de la princesa Dina Mired, de Jordania, es crear conciencia en todos los niveles de la importancia de este proyecto”.
Acerca de la esperanza que pueden abrigar los pacientes con cáncer de todo el país, el facultativo señala que “el cáncer no discrimina entre las clases sociales, sexo ni edad; el programa es integral y beneficiará a todos los sectores de la sociedad. Empezará en Asunción pero esperamos un efecto multiplicador en todo el país”.
Las actividades que la princesa cumplirá, según el doctor Doria, incluyen “entrevistarse con el Presidente de la República, los candidatos a presidente, el ministro de Salud, el intendente de Asunción, representantes del Congreso que están trabajando en una ley del cáncer, empresarios y médicos”.
El especialista agrega que “esperan contar con el apoyo continuo del proyecto Asunción-CCAN 2025 que durará un par de años más”.
Tratamiento de calidad
La doctora Flores detalla que “la comunidad mundial se ha comprometido a reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en un 25% para el 2025. El programa contra el cáncer está siendo implementado en ciudades con una población superior al millón de habitantes y que se comprometan a mejorar el acceso de sus ciudadanos a un tratamiento oncológico de calidad”. C/CAN 2025 es un desafío multisectorial donde las ciudades participarán en el diseño, planificación e implementación de las acciones principales, pero la UICC reconoce que cada ciudad es “única” en su desarrollo social, económico y medioambiental y que no existe una solución que se ajuste a “todas”.
Hasta la fecha “el principal esfuerzo se ha centrado en reducir la mortalidad combatiendo los factores de riesgo comunes entre el cáncer y las demás enfermedades no transmisibles (ENT). Sin embargo, centrarse solamente en los factores de riesgo de las ENT no reducirá las tasas de mortalidad causadas por el cáncer para el 2025. Mejorar los servicios de detección temprana y tratamiento del cáncer será crítico”, dice preocupada la doctora.
Subraya además que “al día de la fecha cuatro ciudades se han sumado al Desafío C/CAN 2025 como ciudades de aprendizaje: Cali, Colombia; Asunción, Paraguay; Yangon, Birmania; y Kumasi, Ghana”.
Madre preocupada
La princesa Dina Mired, de Jordania, presidenta electa de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), comenta aspectos de su participación.
“Desde 2010, cuando el Consejo de la UICC me pidió ser embajadora suya y de sus miembros, me he puesto a disposición para ayudar a la UICC y a la Alianza de Enfermedades no transmisibles (ENT). (NCD Alliance, por sus siglas en inglés) al más alto nivel, para asegurar compromisos de todos los países, para abordar el cáncer y las otras enfermedades no transmisibles. Me siento parte de la familia UICC, cuido de lo que quiere lograr y aporto todas mis habilidades para ayudar a que eso suceda”, cuenta.
Procedente del corazón del mundo en desarrollo y CEO de una fundación oncológica, la princesa destaca: “tengo experiencia probada para enfrentar los desafíos del cáncer y encontrar soluciones prácticas que mejoren la atención y el control del cáncer en países de bajos y medianos ingresos”.
Además, “aunque no soy un oncólogo o un experto médico, aporto dos perspectivas valiosas: la primera es como madre de un sobreviviente de cáncer y defensora que exigió atención oncológica equitativa y cualitativa en nombre de los pacientes con cáncer. La otra experiencia es como profesional líder, que trabaja en la industria de la salud, que brinda atención para el cáncer, con un historial positivo de impacto, a pesar de los grandes desafíos y limitaciones”, puntualiza.