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La doctora Andrea Gómez Romero, odontóloga cirujana, refiere que “muchas veces los problemas dentales en niños de edad escolar aparecen por simple desconocimiento, de parte de los padres, acerca del rol que cumple la dentición primaria (dientes de leche), menospreciando su valor y dejando de lado su cuidado”.
Los dientes primarios “son los primeros protagonistas en el proceso de la digestión mediante la masticación de los alimentos y su posterior deglución”, explica la odontóloga.
Además los dientes actúan en la fonación, sirven de tope en los movimientos de la lengua a la hora de la correcta pronunciación de las palabras.
Otro punto es que “es un componente importante dentro de la estética facial. Un niño de tres o cuatro años con dientes cariados y descuidados, no sonríe con la misma fuerza y soltura que uno que tiene linda dentadura, por miedo al bullying”, recalca.
Son los encargados de preservar el lugar adecuado que precisan los dientes permanentes para su correcta erupción. Si por algún motivo, un diente de leche es extraído precozmente, genera un desequilibrio en el arco dental, creando posteriores apiñamientos en la arcada permanente y, como consecuencia, la necesidad del uso de aparatos de ortodoncia.
En la adolescencia
La doctora Mirta Alcaraz, odontóloga, Máster clínica en endodoncia, opina que a la edad de 15 años los chicos presentan “variaciones dentomaxilares y se consolida la identidad que definirá una actitud positiva o no hacia los cuidados dentales”.
Agrega que los principales problemas son caries, enfermedades de encías, maloclusiones, alteraciones en los terceros molares (muelas de juicio), bruxismo y en algunos casos tabaquismo y alcohol, trastornos alimenticios y traumatismos dentarios.
El cepillado
En cuanto a la higiene, la Dra. Gómez Romero aconseja limpiar la encía del bebé con gasa húmeda, para evitar el acumulo de residuos de la leche e incentivar, desde bien pequeños, el hábito del cepillado”.
Y remarca que con la aparición de las primeras piezas dentarias, es recomendable utilizar los cepillos en forma de dedal, que proporcionan una higiene más precisa.
“Entre los dos y tres años, se puede incluir el uso de los dentífricos infantiles en cantidad del tamaño de un arroz, dos veces al día, y los enjuagues, una vez al día, siempre cerciorándose que el niño no los ingiera”, afirma.
Un factor a tener en cuenta es el papel que cumple una dieta sana, rica en frutas y verduras, con reducida cantidad de carbohidratos procesados para ambas denticiones, tanto primaria como permanente.
La doctora Alcaraz expresa que “cuando hay dientes de distinto color en los jóvenes debemos buscar la causa siempre antes de ofrecer alguna opción de tratamiento. A esa edad puede darse por un traumatismo, donde afecte al tejido pulpar del diente y se oscurece por hemorragia interna, calcificación (como respuesta al trauma) o por muerte pulpar. Ante estas situaciones el tratamiento será la endodoncia, –el tratamiento de conducto– y posterior blanqueamiento interno del diente, obturación nueva, carilla o corona, según el caso”, finaliza.
mirtha@abc.com.py