Problemas dentales

El buen cepillado después de consumir alimentos, así como el uso del hilo dental y flúor en el dentífrico evitan agresiones y pérdidas de los dientes, que son piezas únicas que debemos cuidar.

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mgonzal Los dientes son propensos a sufrir una serie de enfermedades producidas por microorganismos y que pueden dañar la sonrisa. La Dra. Mónica Araújo, odontóloga, explica.

–¿Cuáles son las enfermedades más comunes que se presentan en los dientes? –Algunas de las más comunes que se presentan en los dientes son las caries, la gingivitis, paradontitis, traumas físicos (golpes), mala oclusión dentaria, entre otras.

–¿Quiénes son las personas más propensas a padecer enfermedades bucales? –Cualquier persona puede adquirir enfermedades bucales, sin embargo, los pacientes con diabetes son más susceptibles, pues los niveles muy altos de azúcar en la sangre benefician la acumulación de bacterias en la boca. Los pacientes con enfermedades cardiacas o trasplantados requieren controles dentarios más frecuentes. Otro factor que ayuda a sufrir problemas graves en las encías es fumar, especialmente en personas que padecen diabetes.

–¿La revisión odontológica es la mejor forma de prevención? –Con las revisiones odontológicas sistemáticas se previenen los problemas dentales y de las encías, una buena medida para mantener la salud y la estética. La odontología preventiva que se centra en la educación y en las revisiones regulares es clave para evitar el dolor y la pérdida de piezas dentales.

–¿Cuál es la importancia del uso del hilo dental? –El hilo dental es un complemento perfecto del cepillado para eliminar los restos alimenticios que quedan entre los dientes. Sin embargo, requiere un cierto entrenamiento. Como mínimo debería utilizarse cada noche, aunque sería mejor después de las tres principales comidas.

–¿Por qué es recomendable el uso del flúor? –El uso del flúor previene la aparición de la caries porque interfiere en el metabolismo de las bacterias y reduce su papel patógeno. La presencia de flúor facilita la incorporación de calcio a los tejidos duros del diente y a su remineralización.

El flúor intensifica la resistencia del esmalte, tiene acción antibacteriana y es útil para cuidar los dientes desde la infancia. El odontólogo guiará y controlará su utilización.

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