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La Dra. Miriam Cano, oftalmóloga, indicó algunos puntos a considerar referente a la importancia del chequeo ocular y sus consecuencias si no se tratan a tiempo las anomalías.
–¿A qué nos referimos cuando hablamos de presión del ojo?
–Es la presión ejercida por los líquidos intraoculares sobre las paredes del ojo. Mantiene la forma del globo ocular y le permite funcionar adecuadamente. Depende principalmente de la producción y adecuada eliminación del humor acuoso, líquido que ocupa la parte anterior del ojo.
–¿Cómo se mide y cuál es la cifra normal en una persona?
–Se mide con un aparato llamado tonómetro, del cual existen diferentes modelos, pero el más utilizado es el de aplanación. En general se considera que la presión normal debe ser menor a 21 mm de Hg, pero cada persona tiene su propia presión.
–¿Quiénes se deben hacer el control de la presión del ojo?
–Es de suma importancia conocer la presión del ojo y controlarla, especialmente a partir de los 40 años cuando suele empezar a aumentar. La presión intraocular puede ser algo diferente entre los ojos, es más alta a primera hora de la mañana, aumenta con la edad y es ligeramente mayor en mujeres.
–¿Cuál es la relación existente entre la presión ocular y el glaucoma?
–La presión intraocular elevada o hipertensión ocular es el principal factor predisponente del glaucoma, que implica daño del nervio óptico y puede ocasionar ceguera irreversible.
–En caso de que el valor supere lo normal, ¿qué tratamiento se deberá realizar?
–Cuando el profesional oftalmólogo considera que la presión puede ser perjudicial para el nervio, tratará de disminuirla con gotas oculares o colirios llamados hipotensores. Actualmente existe una gran variedad de ellos. Si el problema persiste, en ciertos casos se puede utilizar láser o llegar a la cirugía, procedimientos usados para aumentar el drenaje del líquido ocular.