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Al expulsar aire por la nariz y la boca de manera explosiva como un acto involuntario se produce el estornudo, una respuesta del organismo a múltiples factores de modo reiterativo y molesto. Un síntoma que debe mencionar cuando consulte con el alergólogo.
La persona que estornuda lo hace como un acto reflejo convulsivo de expulsión de aire desde los pulmones a través de la nariz y la boca. Las culpables son las partículas extrañas que irritan la mucosa nasal y que activan un mecanismo de defensa del aparato respiratorio. Otra causa probable son las infecciones de la gripe. Al estornudar se expulsa aire con fuerza, a una velocidad inusitada, cargado de gotas de saliva y secreciones nasales. Esto facilita la transmisión de virus, la gripe por ejemplo, pero cuando estornudamos sin esa razón es probable que el paciente sufra rinitis.
El Dr. Carlos Palacios, presidente de la Sociedad Paraguaya de Asma, Alergia e Inmunología menciona que “la rinitis alérgica estacional es la que se da en el invierno o en el verano con el cambio de temperatura. El tipo perenne hace que el paciente se levante y estornude 40 veces, puede que le chorree la nariz o se tape. A eso de las 10:00 de la mañana el cuadro empieza a desaparecer. Las rinitis infecciosas también son motivo frecuente de estornudos”, asegura.
Los causantes de los estornudos “en un 99 por ciento son los ácaros y en otros países ocurre por fiebre del heno. Aquí son muy comunes los cambios bruscos de temperatura, que se dan en ambientes con ventilador y aire acondicionado que irritan las fosas nasales y dan la sensación de nariz tapada, y si eso no se trata se llega a la sinusitis”.
La nariz se halla en contacto con oídos, ojos, garganta y con los senos entre los huesos frontales y paranasales, “por eso con el tiempo una rinitis no tratada puede convertirse en sinusitis crónica”.
Gran parte de la batalla contra estos molestos síntomas empieza por la limpieza de la casa, eliminar todo lo que junte polvo y con ello los ácaros.
El doctor Palacios insiste en que es necesario descartar el uso de alfombras, cortinados y peluches. Hay que limpiar los colchones y sacarlos al sol, así como almohadas, colchas y edredones.
La alternativa farmacológica recurre a “los tratamientos con antihistamínicos, corticoides y spray nasales. Tomar antihistamínicos en forma oral y aplicar el spray en las fosas nasales, dos paf cada 12 horas, será la solución”. Siempre con receta médica y en la forma que le indique el especialista.
Los corticoides, según el facultativo, “por vía nasal se absorben en forma suave y no tienen los efectos colaterales de los fármacos tomados sin control médico”.
mirtha@abc.com.py