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Algunos padres se preocupan porque su bebé tiene el pie plano, pero será alrededor de los tres años de vida que se comprobará.
La Dra. María Eugenia Boselli Baiardi, especialista en ortopedia y traumatología, indica que “todos los recién nacidos y los niños pequeños, que inician la marcha tienen pies planos, y es totalmente normal, lo que llamamos fisiológico. Si estos pies al examinarlos son duritos, rígidos y difíciles de maniobrar se deberá considerar causas secundarias, que a veces se pueden presentar de un solo lado”.
La profesional señala que “estos pies planos fisiológicos no requieren ningún estudio. El diagnóstico es clínico y se lleva a cabo a través del examen físico. Pero cuando sospechamos que nuestro hijo presenta el pie plano patológico se deben realizar estudios, que pueden ser radiografías simples en diferentes posiciones, así como tomografías”.
Según la profesional los padres podrán darse cuenta de que su niño posee pie plano cerca de los dos o tres años, “ya que es el tiempo en que se pierde –con la marcha y el uso de calzados adecuados– el tejido graso que ocupa la planta de sus pies. En consecuencia el pie empieza a adquirir forma o no, en el arco longitudinal interno”.
Además resalta que “si con el apoyo existe una disminución del arco longitudinal interno con leve desvío en valgo o hacia afuera de la parte posterior del pie, se podrá afirmar que la persona tiene pie plano. Los pies planos fisiológicos que uno nota cuando se camina de puntas, al levantar el arco, evoluciona con la mejoría espontánea durante la primera década de la vida, antes de los ocho años aproximadamente. Estos pies se presentan en muchos niños durante el desarrollo, normalmente son bilaterales y en los que tienen pies planos flexibles no son dolorosos”, resalta.
Además menciona que “ocasionalmente algunos pueden presentar leve acortamiento del tendón de Aquiles, en ese caso se indican ejercicios de elongación, cambios de calzados, etc.”
El bebé puede nacer con el más frecuente y típico pie plano, valgo y flexible, según señala la experta, pero ante todo hay que evaluar los procesos neurológicos, como enfermedad de Marfan, Elhers Danlos, Morquio. Siempre que los pies sean flexibles e indoloros se deberá educar, explicar, contener la ansiedad de los padres y proveer un manejo observacional periódico. Si el examen físico hace pensar que no estamos ante el común pie plano valgo flexible o si aparecieran otros síntomas se deberá investigar más y tratarlos a tiempo”, señala.
Recuerde
“El manejo es observacional, solo algunos pies son sintomáticos, es decir dolorosos, como puede ocurrir en los flexibles de los preadolescentes o en los pies planos patológicos, en quienes por lo tanto, se instaura algún tratamiento. Aquellos pies planos flexibles sintomáticos pueden mejorar con plantillas ortopédicas”, reitera.
“Los pies planos patológicos pueden deberse a variadas causas, algunas de ellas de tratamiento desde el nacimiento con enyesados correctores, otras de resorte quirúrgico en la niñez. Raramente el pie plano flexible, que ocurre en la mayoría, causa dolor o discapacidad en la adolescencia o edad adulta. En algunos puede provocar desgaste anormal del calzado, molestias de
la pantorrilla o planta del pie”.
(*) Jefa del Dpto. de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Clínicas.