Conozco varios casos de niños y mujeres que fueron atacados por perros, y aunque los propietarios insisten en que no hay “razas malas”, curiosamente fueron hechos por canes rottweiler, pastor alemán y pitbull. Se sabe que estas razas de “guardianes” han hecho atrocidades que incluyen la desfiguración del rostro y heridas peligrosas en sus víctimas. ¿Por qué la gente sigue teniendo estas razas y por qué se sigue importando a precios altísimos estos cachorros? Porque son ejemplares hermosos, queribles e imponen respeto y atemorizan a los ladrones. Pero en muchos casos atacan sin razón a dueños y extraños, porque se sienten amenazados.
Me parece muy oportuna la minuta que presentó el concejal Pedro Julián Lezcano (ANR) en la que propone regular la tenencia de perros, debido al peligro que constituyen algunas razas para niños y adultos.
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El pedido fue derivado a la Intendencia para la elaboración de un proyecto de ordenanza, según lo dictaminado por la Comisión de Legislación de la Junta Municipal de Asunción. El proyecto pretende modificar y ampliar la Ordenanza Nº 5/96 “Sobre la tenencia de perros en Asunción”.
Otro problema grave es el de perros vagabundos que recorren las calles y son portadores de toda clase de enfermedades contagiosas para el humano, y mortales como la rabia. Es imperativo que se tome en serio este problema y se denuncie y multe a los dueños irresponsables que abandonan perros y gatos.
Si una persona adopta un animal tiene que hacerse cargo de su cuidado, sus vacunas, higiene. El perro es un animal, tiene miedos, y actúa según su instinto de conservación, ataca, mata o es dócil como un cachorrito, según la ocasión. No es conveniente llevarlos a clubes, parques, plazas como si el espacio público no contara con reglas mínimas. Algunos hasta los llevan a piscinas y predios de las asociaciones de empleados. Son muy lindas las mascotas, pero no tienen por qué estar en lugares públicos donde hay muchos niños que están jugando o corriendo, y pueden sobresaltar al animal e impulsar su agresividad. De la nada un perro ataca a una persona y le destroza la cara. El dolor, las cirugías, las secuelas, como las cicatrices y las fobias le perturbarán toda su vida.