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“Lo que hay que analizar es si existe una pareja, porque dos personas que están juntas, o firman un papel, no es garantía que exista una pareja con un vínculo. El concepto de pareja implica que son dos sujetos, que tienen modelos parentales distintos, y deciden armar proyectos juntos”. Uno de los conceptos que define a la pareja es tener parámetros, explica la especialista, como los propuestos por Janine Puget, y son: relaciones sexuales, proyecto social compartido, desde ir al cine hasta tener un hijo. Es renunciar a algo de uno mismo en el afán de compartir con esa persona con quien uno desea estar. Hay veces que uno cree que comparte pero cada uno está en su mundo. Además, están la cotidianeidad y la tendencia a la monogamia. “El concepto de vínculo es mencionado por Héctor Krakov, quien decía que el vínculo es un trabajo síquico de dos sujetos que tienen que renunciar cada uno en parte a sí mismo, para poder generar algo juntos, implica tiempo, energía, esfuerzo y mucha dedicación”.
Cómo analizarla
“Hay que ver cómo esa pareja se conformó, se originó porque uno de los grandes problemas es que ellos nunca se enamoraron, no les gusta una serie de cosas, le encuentran defectos a todo lo que hacen. Para enamorarse hay que perder el control para creer que es posible, para que haya ilusión”, asegura la especialista.
En cuanto a las redes sociales, hay un mundo intrasubjetivo, y otro intersubjetivo, menciona la Lic. Villasanti, “lo que uno disfruta y quiere es el mundo que se comparte en la pareja. Pero cuando los dos publican en Facebook, etiquetan a las personas, le ponen me gusta, más de una unión es como un pegoteo, un clon. En una pareja dos sujetos son diferentes”.
Para que haya confianza es necesario ver qué es lo “el otro debe tener la clave de las cuentas bancarias, de las redes. También está el problema de lo privado y lo público”.
Señala que lo que marca este siglo es el deseo. “Hay parejas que tienen deseos, ellas tienen que decidir, volver a pensar en función al deseo. En la pareja se ve el lado infantil de las personas, la de adolescente y adulto. Hay parejas muy infantiles que se conflictúan porque “puso cinco veces me gusta a la misma chica, se molestan hasta de las cosas mínimas, porque tienen celos infantiles”.
La pareja tiene que establecer qué considera privado y público, qué cosas van a compartir o no, el concepto de fidelidad en el siglo XXI. “Hoy ya no se comparte casi nada, ni ir al cine, comer un chocolate, no hay una dosis mínima de situaciones placenteras, solo responsabilidades, sacrificios y esfuerzos”.