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Marta y José tienen veinte años de edad y recibieron con mucha emoción a Lucas, su primer bebé. A pesar de que la responsabilidad de criar un hijo implica un desafío para ellos, estos padres asumen la nueva etapa juntos, a través de la ayuda mutua, superan cada obstáculo y comparten todos los momentos.
El magíster Ariel González Galeano indica que los padres de 20 años de edad para adelante podrán enfrentar la responsabilidad de criar un hijo. “Si bien los desafíos serán más amplios y quizás la poca experiencia de vida sean las barreras más grandes a superar, he visto padres que a pesar de su corta edad realizan el esfuerzo de dar lo mejor que pueden a su hijo. La responsabilidad de criar a un niño es inmensa, pero muchos jóvenes entienden eso mejor que algunos adultos”.
Señala el profesional que la preparación, el diálogo en la pareja y la ayuda mutua son las herramientas que facilitan la crianza de los hijos. “Existen padres que a pesar de toda la información, capacidad económica y afectiva que pueden brindar, enfrentan de manera negativa la crianza, o inclusive se desentienden, dejando a cargo de terceras personas. No saber cómo ser padre no es el mayor problema, la dificultad más grave es no querer serlo cuando el hijo ya está presente”.
Lo ideal es prepararse para ser papá o mamá, tanto física, afectiva y económicamente. Un primer embarazo a los 20 años en una mujer supone contar con las herramientas necesarias para la crianza. “Aunque esa no siempre sea la realidad, psicológica y evolutivamente ya debería ser así, por lo que nosotros como sociedad deberíamos hablar más sobre la “planificación familiar” y que cada persona pueda decidir libremente ser o no ser mamá o papá”.
Se perfeccionan día a día
El psicólogo resalta que cualquier padre o madre se perfecciona con el correr del tiempo. Existen algunos parámetros sociales y científicos acordados para una crianza adecuada, pero cada hijo es único, por lo tanto cada proceso de crianza se da de manera independiente a otro.
“Conozco muchos casos de padres que crían ejemplarmente a sus hijos, mientras que para otros tanto la crianza como el asumirse como padres forman un conflicto. Creo que el secreto no está solo en la edad para ser un padre ejemplar, sino en querer ser mamá o papá y tener un hijo a quien se pueda criar”.
Formar una familia es un compromiso para toda la vida.