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Endermoterapia
La doctora Sapena nos habla sobre un nuevo aparato para hacer endermoterapia. El mismo responde a la constante “búsqueda de técnicas para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de las personas con dolores corporales crónicos”. El licenciado Ángel Sarmiento –de Venezuela, experto en el tema–, estuvo en nuestro país para entrenar a un staff de profesionales en endermoterapia y la utilización el aparato wellbox.
Se trata de una técnica de origen francés, no quirúrgica, no invasiva. Está basada en un proceso de succión –de bombeo o continuo– que moviliza los tejidos. Está indicada para personas con dolores corporales, contracturas musculares, o cicatrices; y es ideal para deportistas.
Uno de sus beneficios estéticos es la mejoría del aspecto de la celulitis, pero también tiene varios beneficios terapéuticos.
Es muy eficaz en el tratamiento de las cicatrices, puesto que ayuda a eliminar adherencias, lo cual tiene mucha influencia en el dolor y el equilibrio corporal, ya que las cicatrices con adherencias desequilibran el cuerpo, aclara la doctora Sapena. La cantidad de sesiones necesarias por semana dependen del objetivo; si este es aliviar un dolor, al comienzo pueden hacerse sesiones diarias y, luego, se van espaciando a tres, luego a dos, una vez por semana, etcétera. En atletas de alta competencia puede hacerse uno o dos días antes de la competencia y después de ella, para ayudar a la recuperación de tejidos debido al esfuerzo, expresa la profesional y comenta que el aparato se puede utilizar en niños –con la precaución de usar una succión suave–. Es importante que el niño pueda expresar si siente dolor, y lo mismo sucede con los adultos mayores: se puede usar, siempre teniendo en cuenta la fragilidad capilar o várices. También es necesario controlar la potencia de succión y velocidad de trazados.
La especialista señala que el tratamiento está contraindicado para personas con infecciones o erupciones cutáneas, tratamientos con anticoagulantes, enfermedades sanguíneas, liposucciones con menos de 6 meses, y personas con cáncer en evolución. Aclara que la endermoterapia se aplica a individuos con buen estado de salud y sobre una piel sana y sin lesiones; no debe utilizarse en mucosas, ni sobre los ojos y orejas, y tampoco en los genitales.
Está indicada para fibrosis, cicatrices, inflamaciones, edemas, dolores y contracturas musculares, y rigidez. Para que el tratamiento sea más eficaz se indican sesiones de estiramiento, tonificación o bien reposo relativo, siempre dependiendo del caso de cada paciente. También es bueno comer sano y evitar el exceso de toxinas cuando se padece de dolor muscular, concluye.
Hidrocarboxiterapia
Un antecedente de esta terapia es la hidrolipoclasia ultrasónica, explica el doctor Jesús Marín. Es utilizada para tratar la celulitis; se trata de un método que solo puede ser aplicado por un profesional médico y consiste en producir la cavitación o estallido de la grasa, por medio del ultrasonido. Con esta técnica la grasa se elimina por la orina, luego de la cavitación.
Por otro lado está la carboxiterapia, que aplica dióxido de carbono medicinal y sirve también para disminuir la celulitis y grasa localizada. Finalmente, la hidrocarboxiterapia es la combinación de las dos técnicas mencionadas: la hidrolipoclasia ultrasónica y la carboxiterapia en un mismo tratamiento, con lo que se obtienen dos beneficios terapéuticos médicos para modelar el cuerpo. El doctor Marín explica que el paciente se somete primeramente a un pesaje, medición y un monitoreo de presión, examen de composición corporal, etcétera. El médico tratante inyecta suero fisiológico y pasa ultrasonido, y luego inyecta anhídrido carbónico –carboxiterapia–. Es importante aclarar que el método no sustituye a una lipoaspiración y no es recomendable aplicar a personas con sobrepeso; no es un tratamiento para áreas extensas –se hace en superficies de no más de 10 x 10 cm–, es decir, está indicado para concentraciones de grasa pequeñas. Una de las áreas más solicitadas es debajo del ombligo; se puede aplicar en la papada y grasa abdominal localizada –conocida como “michelines”–, parte interna de las piernas, entre otras. En combinación se sugieren terapias como termolipólisis, electrolipólisis, vacumterapia, presoterapia, ultracavitación, ozonoterapia, todo para modelar y reducir. Para obtener mejores resultados también se recomienda realizar ejercicios pasivos isotónicos e isométricos, llevar una medicación lipolítica –quemagrasa– propuesta por el profesional tratante, y una dieta balanceada, aceleradores de metabolismo y la aplicación de parches.
Una pregunta muy frecuente, comenta el doctor Marín, es si el tratamiento resulta doloroso, y a continuación explica que el grosor de la aguja utilizada es similar al de un cabello, por lo que la molestia es imperceptible.
El esquema del tratamiento de hidrocarboxiterapia, dependiendo del paciente, incluye de 5 a 7 sesiones, espaciadas aproximadamente 15 días entre sí. Está contraindicado para mujeres embarazadas, también en presencia de flebitis –inflamación de las venas–, si hay infecciones a nivel de la piel del área a ser inyectada, y en pacientes con diabetes mellitus no controlada. La edad de los pacientes varía entre los 16 y 70 años, comenta el profesional médico.