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Por ejemplo, con el abuso del alcohol, aumentamos el riesgo de tener cáncer de la boca, laringe y el esófago. También aumenta el riesgo de tener cáncer de mama, del hígado y del colon. En nuestro país, contribuye a la mayor parte de los accidentes de tránsito y a los comportamientos violentos; tanto en jóvenes como en adultos. Tampoco se puede negar que contribuye al aumento excesivo del peso y en muchos casos, es causa de impedimentos serios de ciertas funciones del cerebro. En nuestra sociedad es responsable directa o indirectamente de una gran cantidad de muertes e incapacidad de la población. Si calculamos en términos económicos, las pérdidas son enormes para el país debido a este problema.
Existen diferencias entre beber con moderación y el abuso del alcohol. El beber con moderación significa no beber más de una medida en el día para las mujeres y no más de dos medidas para el hombre. Una mujer es considerada bebedora en exceso si toma más de tres medidas en el día o más de siete medidas en la semana. Al hombre se considera un bebedor excesivo si bebe más de cuatro medidas en el día o más de 14 medidas por semana. El beber en exceso también aumenta el riesgo de tener diabetes, cirrosis del hígado, hipertensión y los accidentes vasculares cerebrales. Es capaz de debilitar los músculos cardiacos y contribuir con la hipertensión.
Cuando existe abuso del alcohol por varios años, puede producir cambios en el cerebro, tales como una disminución del volumen de la masa encefálica y el tamaño de las células del cerebro. Estos hechos y otros factores negativos pueden disminuir nuestras habilidades mentales para aprender, para recordar y la capacidad para resolver problemas. El beber en exceso por mucho tiempo también es capaz de afectar el ánimo, el sueño y la destreza motora. Lo interesante es que la abstinencia o el evitar el uso del alcohol puede revertir parcialmente estos efectos.
El beber moderadamente, por otro lado, es capaz de disminuir el riesgo de las enfermedades cardiacas. El vino tinto ha sido estudiado en este aspecto. Aquí, la palabra clave es la moderación, que es difícil obtener una vez acostumbrado al abuso del alcohol.
El abuso del alcohol por muchos años puede llevar a la dependencia alcohólica (conocida también como alcoholismo). Es una enfermedad caracterizada por fuertes deseos de beber alcohol, incapacidad de limitar la cantidad de la bebida y el hecho de continuar bebiendo a pesar de repetidos problemas físicos, psicológicos o de problemas de relacionamiento ocasionados por el alcohol. Es importante entender y si es posible aceptar que los problemas de salud pueden ser producidos en su gran parte por el mismo abuso del alcohol y no es necesario llegar a la adicción (que es una etapa muy tardía en los adultos) para que muchos de los problemas de salud aparezcan. El problema del abuso del alcohol es un problema médico que es factible de tratamiento una vez diagnosticado adecuadamente.
(*) Médico especialista diplomado del Consejo americano de psiquiatría y neurología.
victor2343@gmail.com