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Ya sea por el exceso de actividades o por extrañar a seres queridos difuntos o lejanos, el fin de año puede presentar el reto de encontrar maneras de evitar la tristeza para pasar una Navidad con esperanza. El Lic. Gustavo Piñeiro, de Confianza Asistencia Personal, nos orientó al respecto.La Navidad no significa lo mismo para todo el mundo. Aunque en estos días reina un ambiente festivo generalizado, son muchas las personas que sufren de depresión durante estas fechas, explicó el Lic. Piñeiro.
Agregó que melancolía, apatía y, especialmente, nostalgia, son los síntomas más comunes de numerosos individuos que se sienten abatidos por la tristeza y la ansiedad y que por una u otra razón experimentan una profunda sensación de carencia o vacío.
Diciembre es una etapa del año cargada de gran afectividad, tanto positiva como negativa. En términos de salud mental se le ha considerado siempre como un periodo especialmente peligroso en aquellas personas depresivas. Incluso en quienes tienen historia previa de haber atentado contra sus vidas. De hecho, diciembre es uno de los meses en los que se producen más casos de suicidio.
¿Cuáles son los orígenes de la depresión navideña?
Pueden ser muy diversos, bastante parecidos a los que se presentan en celebraciones como el Día de la Madre, del Padre o el Día de los Enamorados. Sin embargo, la Navidad se diferencia de estos otros ejemplos en que representa un periodo de tiempo mucho más largo, lo que puede llegar a ser una auténtica tortura. A esto hay que sumar que posee símbolos alusivos presentes en todas partes: en los medios de comunicación, en las calles y en las vitrinas de diversos negocios. La muerte de un ser querido, la distancia física o emocional entre los miembros de una familia, las expectativas insatisfechas, los problemas económicos, la soledad o, simplemente, los malos recuerdos, pueden resultar verdaderos obstáculos para disfrutar de estas fiestas.
¿Por qué aumenta la tristeza en las fiestas de fin de año?
Si tomamos en cuenta que el paraguayo es una persona social por naturaleza, la llegada de estas fiestas podría acrecentar sentimientos de culpa en lugar de la felicidad que debiera ser el denominador común. Hay deprimidos identificados por la cultura de "la falta de " y "debería de ", esa ausencia de dinero, compañía, trabajo, amor, etc., temas que en los once meses anteriores no hicieron mella en el ánimo, pero que en estos días afecta considerablemente. "Me falta el abuelo, estoy solo, estoy vacío, no soy delgado ". Todo esto genera un sistema de pensamiento más la enajenación como escuchar un villancico repetitivo estresa muchísimo. También puede alcanzar a los niños, quienes esperan recibir una recompensa o definir "me quieren o no me quieren" con los regalos que reciban o no, y finalmente solo los sumergimos en la cultura del "tener" y no del "ser" o del "tanto tenés, tanto valés". Además, podemos tener seres queridos que se fueron y ya no están con nosotros. Recordamos a los que compartían con nosotros y que ya no están, algunos se sienten solos, otros recuerdan todo lo negativo que les sucedió durante el año.
¿Cuáles son las causas?
Cuando llega el fin de año, la gente tiende a hacer un balance, consciente o inconsciente, de los éxitos y fracasos obtenidos. Si los resultados de esta evaluación son negativos, es entonces cuando se hace latente el riesgo de deprimirse. Es frecuente la "depresión blanca o enmascarada".
Una charla
El próximo martes 22 de diciembre, a partir de las 19:00 en el Hotel Villa Morra Suites, en Mariscal López 3001 se realizará un encuentro denominado "Navidad con esperanza". Será expositor el Lic. Gustavo Piñeiro.
Están invitadas a la charla todas las personas que quieran pasar un 2010 exitoso, con paz, salud y mucha felicidad.
La entrada es libre y gratuita. Las plazas son limitadas, las reservas y más informes se pueden realizar llamando al 228-409.
Recomendaciones
¿Cómo evitar que la tristeza estacional se transforme en depresión?
1. Tener expectativas realistas acerca de sí mismo y de los demás. Nadie es perfecto. No dejar que la felicidad se vea empañada por "como deberían ser las cosas" o "qué piensan los demás de mí".
2. No acceder a más de lo que realmente pueda hacer y no permitir que los demás impongan demasiadas exigencias.
3. Elaborar un plan para la época. Tomar la iniciativa para planear sus actividades de diciembre.
4. Evitar que las celebraciones de fin de año interfieran con la rutina de una, incluso el régimen de alimentación y de ejercicio. "Tener una agenda es un aspecto muy importante de la vida y brinda la sensación de estar organizados y de tener un propósito y la satisfacción de lograr algo".
5. Evitar consumir bebidas alcohólicas, pues el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso.
6. Simplificar y delegar: decidir qué actividades son más importantes y concentrarse en ellas. Pedir ayuda a los seres queridos para lograr que se lleven a cabo.
7. Si no se tienen seres queridos con quienes compartir las fiestas, ofrecer su ayuda como voluntario y hacer algo por otros. Hay muchas actividades para conocer a personas afines en la comunidad donde se vive, a la vez contribuir con los menos afortunados para que tengan algo del gozo propio de esta época del año.
8. Si la persona empieza a sentirse agobiada, debe descansar o permitirse un rato a solas para recobrar el buen ánimo y energía física. Recordar que para poder dar a los demás, necesita primero ver sus propias necesidades básicas.
9. Pensar en el futuro y dejar a un lado "lo que debió haber sido" así como "lo que pude haber hecho". Enfocar los esfuerzos en las oportunidades que tiene al empezar un nuevo año.
10. Probar a hacer alguna actividad que no se haya hecho antes, pues el cerebro responde a lo novedoso.
11. Hacer ejercicio. La actividad física mejora el estado de ánimo.
12. Dormir lo suficiente; tratar de mantener el horario acostumbrado de descanso lo más posible.
13. Elaborar un presupuesto para los gastos y apegarse a él. Así se evitan razones para deprimirse en enero al llegar las facturas de las compras.
14. Cultivar el sentido de humor y las oportunidades para reír, ya sea con un libro, chistes o una película o comedia.
15. Respirar profundamente para relajarse y mejorar la reacción al estrés.
16. Meditación: caminar solos y reflexionar sobre la vida es una forma de meditación en movimiento.
17. Oración: se considera una forma de meditación que evita pensamientos negativos.
18. Fijarse en lo bueno de la vida.
Agregó que melancolía, apatía y, especialmente, nostalgia, son los síntomas más comunes de numerosos individuos que se sienten abatidos por la tristeza y la ansiedad y que por una u otra razón experimentan una profunda sensación de carencia o vacío.
Diciembre es una etapa del año cargada de gran afectividad, tanto positiva como negativa. En términos de salud mental se le ha considerado siempre como un periodo especialmente peligroso en aquellas personas depresivas. Incluso en quienes tienen historia previa de haber atentado contra sus vidas. De hecho, diciembre es uno de los meses en los que se producen más casos de suicidio.
¿Cuáles son los orígenes de la depresión navideña?
Pueden ser muy diversos, bastante parecidos a los que se presentan en celebraciones como el Día de la Madre, del Padre o el Día de los Enamorados. Sin embargo, la Navidad se diferencia de estos otros ejemplos en que representa un periodo de tiempo mucho más largo, lo que puede llegar a ser una auténtica tortura. A esto hay que sumar que posee símbolos alusivos presentes en todas partes: en los medios de comunicación, en las calles y en las vitrinas de diversos negocios. La muerte de un ser querido, la distancia física o emocional entre los miembros de una familia, las expectativas insatisfechas, los problemas económicos, la soledad o, simplemente, los malos recuerdos, pueden resultar verdaderos obstáculos para disfrutar de estas fiestas.
¿Por qué aumenta la tristeza en las fiestas de fin de año?
Si tomamos en cuenta que el paraguayo es una persona social por naturaleza, la llegada de estas fiestas podría acrecentar sentimientos de culpa en lugar de la felicidad que debiera ser el denominador común. Hay deprimidos identificados por la cultura de "la falta de " y "debería de ", esa ausencia de dinero, compañía, trabajo, amor, etc., temas que en los once meses anteriores no hicieron mella en el ánimo, pero que en estos días afecta considerablemente. "Me falta el abuelo, estoy solo, estoy vacío, no soy delgado ". Todo esto genera un sistema de pensamiento más la enajenación como escuchar un villancico repetitivo estresa muchísimo. También puede alcanzar a los niños, quienes esperan recibir una recompensa o definir "me quieren o no me quieren" con los regalos que reciban o no, y finalmente solo los sumergimos en la cultura del "tener" y no del "ser" o del "tanto tenés, tanto valés". Además, podemos tener seres queridos que se fueron y ya no están con nosotros. Recordamos a los que compartían con nosotros y que ya no están, algunos se sienten solos, otros recuerdan todo lo negativo que les sucedió durante el año.
¿Cuáles son las causas?
Cuando llega el fin de año, la gente tiende a hacer un balance, consciente o inconsciente, de los éxitos y fracasos obtenidos. Si los resultados de esta evaluación son negativos, es entonces cuando se hace latente el riesgo de deprimirse. Es frecuente la "depresión blanca o enmascarada".
Una charla
El próximo martes 22 de diciembre, a partir de las 19:00 en el Hotel Villa Morra Suites, en Mariscal López 3001 se realizará un encuentro denominado "Navidad con esperanza". Será expositor el Lic. Gustavo Piñeiro.
Están invitadas a la charla todas las personas que quieran pasar un 2010 exitoso, con paz, salud y mucha felicidad.
La entrada es libre y gratuita. Las plazas son limitadas, las reservas y más informes se pueden realizar llamando al 228-409.
Recomendaciones
¿Cómo evitar que la tristeza estacional se transforme en depresión?
1. Tener expectativas realistas acerca de sí mismo y de los demás. Nadie es perfecto. No dejar que la felicidad se vea empañada por "como deberían ser las cosas" o "qué piensan los demás de mí".
2. No acceder a más de lo que realmente pueda hacer y no permitir que los demás impongan demasiadas exigencias.
3. Elaborar un plan para la época. Tomar la iniciativa para planear sus actividades de diciembre.
4. Evitar que las celebraciones de fin de año interfieran con la rutina de una, incluso el régimen de alimentación y de ejercicio. "Tener una agenda es un aspecto muy importante de la vida y brinda la sensación de estar organizados y de tener un propósito y la satisfacción de lograr algo".
5. Evitar consumir bebidas alcohólicas, pues el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso.
6. Simplificar y delegar: decidir qué actividades son más importantes y concentrarse en ellas. Pedir ayuda a los seres queridos para lograr que se lleven a cabo.
7. Si no se tienen seres queridos con quienes compartir las fiestas, ofrecer su ayuda como voluntario y hacer algo por otros. Hay muchas actividades para conocer a personas afines en la comunidad donde se vive, a la vez contribuir con los menos afortunados para que tengan algo del gozo propio de esta época del año.
8. Si la persona empieza a sentirse agobiada, debe descansar o permitirse un rato a solas para recobrar el buen ánimo y energía física. Recordar que para poder dar a los demás, necesita primero ver sus propias necesidades básicas.
9. Pensar en el futuro y dejar a un lado "lo que debió haber sido" así como "lo que pude haber hecho". Enfocar los esfuerzos en las oportunidades que tiene al empezar un nuevo año.
10. Probar a hacer alguna actividad que no se haya hecho antes, pues el cerebro responde a lo novedoso.
11. Hacer ejercicio. La actividad física mejora el estado de ánimo.
12. Dormir lo suficiente; tratar de mantener el horario acostumbrado de descanso lo más posible.
13. Elaborar un presupuesto para los gastos y apegarse a él. Así se evitan razones para deprimirse en enero al llegar las facturas de las compras.
14. Cultivar el sentido de humor y las oportunidades para reír, ya sea con un libro, chistes o una película o comedia.
15. Respirar profundamente para relajarse y mejorar la reacción al estrés.
16. Meditación: caminar solos y reflexionar sobre la vida es una forma de meditación en movimiento.
17. Oración: se considera una forma de meditación que evita pensamientos negativos.
18. Fijarse en lo bueno de la vida.