Natación para respirar mejor

Es una de las opciones acuáticas para el verano y constituye una de las mejores actividades deportivas para los niños, desde temprana edad. Los beneficios son múltiples en la coordinación del cuerpo y la seguridad.

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Practicar un deporte y más aún la natación hace que el niño controle su respiración, flote y aprenda a mover el cuerpo en una disciplina muy completa.

El pequeño se entretiene y aprende, en un medio relajante y que ante todo debe ser seguro.

Paola Quiñónez Villalba, profesora de la escuela de natación “Pececitos de Jesús”, informa que la natación es un deporte en el cual el desplazamiento de una persona se realiza en el agua mediante movimientos de las extremidades del cuerpo. Se trata del deporte más completo porque involucra la mayor parte de los grupos musculares, además de generar el desarrollo y fortalecimiento de las vías respiratorias. Es ideal y el más recomendado para niños que presentan cuadros de asma y alergia, por ejemplo”.

La profesora refiere que durante la práctica se dividen los grupos de trabajo en: iniciación (principiante), intermedio y avanzado y que se practica de acuerdo a la edad y capacidad del alumno.

Explica que “la natación se divide en cuatro estilos que son: libre (crol), espalda, pecho (braza) y mariposa. Los primeros dos son los estilos que enseñamos a los niños junto con las cualidades básicas que son indispensables: respiración, inmersión, flotación, coordinación y saltos”.

Por su parte, la profesora Verónica Prono, de la escuela de natación que lleva su nombre, señala que “cuanto antes enseñen a sus hijos a nadar o acudan a clases de natación observarán múltiples beneficios, ya que este deporte es una herramienta fundamental para la vida”.

Todos los recaudos son necesarios antes de ingresar a la pileta, más aún cuando se trata de niños, por ello se tendrán a disposición gorras y lentes.

“Los protectores del oído por lo general no se utilizan, sin embargo, si se trata de una indicación médica será conveniente su uso. Recuerde que el oído cuenta con una protección natural desde bebés, tiene la función de proteger este órgano dentro como fuera del agua”, enfatiza.

También deben colocarse anteojos o protectores oculares.

En tanto, la profesora Quiñónez Villalba subraya que con los niños principiantes la clase es más lúdica, a través de juegos que se basan en no perder de vista los objetos a los cuales se quiere llegar. De esta manera se logra el completo desarrollo de las cualidades básicas y el aprendizaje de los primeros estilos (crol o libre y espalda).

Paso a paso

“Con los niños los ejercicios se llevan a cabo primero fuera del agua, y luego ingresan a la piscina sin desplazamiento. Una vez que se logra el movimiento se empieza el desplazamiento a una cierta distancia (la batida de pies o pataleo). Comenzamos sentados en el borde de la pileta los movimientos en forma ascendente y descendente. Luego se introducen las piernas en el agua, y seguidamente se usan flotadores y tablas para avanzar en el agua”, apunta Quiñónez Villalba.

La natación desarrolla la capacidad sensorial y psicomotriz. Da confianza al niño para nadar y salvar su vida, además ejercita los pulmones. Siempre bajo vigilancia de padres y maestros.

Aprender sin presiones

Incentivar a los niños a realizar alguna actividad física es tarea de los padres. La natación es un bello deporte que, acompañado de los progenitores y con ayuda de buenos profesores, puede brindar todas las herramientas necesarias.

La profesora Prono destaca que “son importantes y todos los niños deberían usar los protectores visuales o anteojitos de natación, como comúnmente se los denomina, debido a los químicos que se utilizan para el matenimiento del agua (incluso en esta temporada se aumenta las dosis). Si bien no afectan a la visión, pueden llegar a irritar los ojos e incluso causan dolor”.

La profesora Quiñónez asegura que cada niño es diferente y tiene una experiencia distinta en el agua; por lo tanto, el profesor primero debe tratar de ganar la confianza del niño y brindarle seguridad a través de las palabras de aliento.

Aconseja “no presionar al niño para que realice ciertos trabajos de la manera correcta, ya que aprender cierta actividad lleva tiempo, más aún adaptarse al agua. Existen pequeños que tardan unas semanas mientras que otros meses. Lo importante en este deporte, así como en cualquier otro, es la perseverancia y el acompañamiento de los padres para que el niño tenga un desarrollo pleno y logre un adecuado desenvolvimiento a nivel acuático”.

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