Musicoterapia

Raffaella Iuvara y Roberto Flemack vinieron de Italia para compartir la novedosa musicoterapia, un proceso dinámico y sistemático que promueve la armonía interior. La modalidad esta diseñada para fomentar la construcción de relaciones, facilitar la comunicación verbal, entre otras, porque hay sentimientos que no se pueden expresar con la palabra. Se recurre a una modalidad relacionada con el arte en una magnífica oportunidad para encontrar la libertad. Un lujo para los oídos y el bienestar del ser humano, guiado por expertos de primer nivel.

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El modelo musicoterapéutico “Centro Dinámico”, presentado por primera vez en Paraguay, es aplicado en Italia en el Instituto ISOCU y nació del encuentro de su creador Roberto Flemack, maestro taoísta que trabaja en Italia desde hace 30 años en el ámbito de la ciencia holística y de la práctica interior, director científico de la escuela de musicoterapia Aramagis de Roma con la musicoterapeuta y música Raffaela Iuvara. Ella es profesora de pedagogía musical y musicoterapia en el conservatorio de música de Módena y coordinadora de la escuela.

Raffaella señala que la música y los elementos musicales ejecutados por un musicoterapeuta calificado “son un proceso que favorece la comunicación, las relaciones, la motricidad, la expresión, la organización y otros objetivos, a fin de satisfacer la necesidad física, mental y emocional de la persona”. En esta ocasión ejecutan ukelele, campanas tibetanas e instrumentos de percusión.

En el ámbito de la relación musicoterapéutica, es necesario escuchar atentamente a quien pide ayuda, según destaca la experta.

“El sufrimiento no tiene palabra, es como un grito silencioso, una mirada de rezo, tiene palabras inciertas, débiles e ineficaces. Su lenguaje es inseguro, denota preocupación y desesperación”, explica.

Raffaella señala que aquello que no se puede decir con la palabra porque es profundamente doloroso se comunica con otra modalidad, que no se puede clasificar como lenguaje convencional, ordinario o habitual. Es más bien el lenguaje del arte y de la música en nuestro caso específico. Este lenguaje nos hace ser mucho mas libres y auténticos.

“Muchos de los niños con miedo, tímidos o llenos de rabia, mujeres embazaradas, bebés, personas en situaciones de déficit psicofísico, adultos que desean mejorar la calidad de vida, afectados de demencia senil o abandonados han encontrado en la musicoterapia el modo de revelar su propio ser a través de un lenguaje metafórico. En un ambiente sonoro particulamente acogedor y armónico”, detalla.

Pone énfasis en que “es esencial que el musicoterapeuta dedicado a la relación de ayuda, atienda a las necesidades del otro, se comprometa con la relación y tenga la conciencia personal impecable”.

En el Paraguay trabajan con la primera operadora de musicoterapia del centro dinámico ISOCU, formada en Italia, Rosanna Lacarrubba, hasta el 25 del mes en curso en el Estudio Om, en Pablo Alborno 2311 esquina Nicanor Torales. Un lujo para los oídos.

Una mejor relación

El principio fundamental de la musicoterapia está basado en la idea de que es innegable que cada ser humano tiene un centro físico, mental y emocional. A menudo se tiende a desequilibrar estos centros para dar prioridad a uno de ellos sobre los demás. El modelo Centro Dinámico funciona en el objetivo del equilibrio de estos tres centros y su armonización, por lo que podemos lograr una mejor relación con el otro. Una propuesta distinta para aprender a expresar nuestras emociones.

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