Muerte cerebral

Se denomina muerte cerebral cuando el encéfalo ya no tiene ninguna funcionalidad. ¿Ya no existe vida? ¿Qué hacer si un familiar se encuentra en este estado? Consultamos a tres profesionales para conocer sus opiniones.

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Graciela Rolón de Otazú, abogada, señaló que en nuestro país no existe una ley referente a la muerte cerebral. Una de las principales garantías de una persona es la vida. Pero ¿cómo se sabe cuando aún hay vida? Existen tres puntos de vista: cuando el cerebro funciona, otros opinan cuando el corazón sigue latiendo, en tanto, otros dicen cuando la persona aún respira. Lo cierto es que ante cualquier decisión se deberá realizar una junta médica en la que se constate que ya no existe ninguna esperanza de vida. Luego los profesionales avisan a los parientes el cuadro clínico del afectado y son estos últimos los que toman la decisión final, firman un acuerdo en el que se establece que están autorizando la desconexión de cualquier aparato ante signos irreversibles de vida en el paciente.

El padre Joaquín Medina, doctor en Teología Moral, indicó que si se trata de una muerte cerebral real, no hay signo vital ni reversión.

Primero se debe entender qué se considera por muerte cerebral, ya que un estado de coma no es lo mismo que una muerte cerebral. En el primero puede darse que después de años la persona recupera la conciencia, mientras que en el segundo no es así, es decir, ya no existe ninguna esperanza de vida. Se trata de una situación dolorosa, por lo que es importante el acompañamiento a los integrantes de la familia, ayudarlos a aceptar el hecho de muerte, y entender que toda vida tiene límite, ya que siempre es difícil reconocer y sobrellevar estos casos. En primer lugar se debe garantizar que existe una muerte cerebral; luego de dictaminada la situación de muerte cerebral tendrá que existir una decisión mutua entre los familiares y el médico para realizar las desconexiones pertinentes.

El Dr. Enrique Bellassai, exdirector de Emergencias Médicas, señaló que ante casos de muertes cerebrales existe un equipo entrenado para el efecto.

Primero se busca algún signo clínico de muerte cerebral, es decir, corroborar que el cerebro realmente carece de impulsos nerviosos. Una vez confirmado el padecimiento de muerte cerebral en la persona y comunicado a los familiares, se convoca a los encargados del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), quienes se acercan a los familiares a fin de consultarles si desean realizar alguna donación de órgano, como riñón, hígado, corazón, etc., manteniendo los parámetros de atención hasta en los mínimos cuidados. Existen casos en que los familiares, a pesar de que al afectado ya se le haya detectado muerte cerebral, no desean que se le desconecten los equipos, pero es importante saber que el cuerpo va muriendo al trascurrir los días, se deterioran todos los demás sistemas, ya que el cerebro es el principal impulsor de cada una de las partes del cuerpo.

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