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El sedentarismo interviene de forma negativa en las articulaciones, por eso hay que combatirlo, y las microfracturas en la columna podrían, además, reducir la estatura. Especial atención hay que tener en la edad menopaúsica de las mujeres.

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Durante la tercera edad se acentúan los problemas articulares, por lo que la prevención es la mejor herramienta para contrarrestar las indeseadas fracturas. Los ejercicios deben incluirse en la agenda diaria, así como la ingesta de calcio en los alimentos.

La doctora Yanira Yinde, reumatóloga, indica que los huesos deben su resistencia a un mineral llamado calcio, que forma la cantidad total de buen hueso conocida como “masa ósea”. La acumulación de calcio sucede durante los primeros 30 años de vida, y es óptima gracias a la suficiente ingesta de leche y sus derivados, y más su fijación al hueso, que se hace posible por factores hormonales (estrógenos en mujeres y testosterona en varones).

–¿Las mujeres son más propensas a padecer problemas de huesos?

–Al envejecer, sobre todo en las mujeres menopáusicas, la capacidad de fijación se resiente por el déficit hormonal, lo cual desencadena pérdida de la masa ósea y, como resultado, un hueso pobre en calcio con mayor riesgo de fracturas, dando así inicio a la enfermedad conocida como osteoporosis. Muchas veces, por diversos factores, los ancianos ingieren poca cantidad de leche, lo que contribuye aún más al desgaste óseo, además de otras enfermedades descalcificantes como el cáncer, que es más frecuente en la tercera edad.

–¿La pérdida de estatura está relacionada con los cambios por el envejecimiento en los huesos, los músculos y las articulaciones?

–La pérdida de estatura se debe a microfracturas en los huesos de la columna vertebral, ya en la gente que padece de osteoporosis. Esto achica los huesos, deforma la columna y contractura los músculos; el paciente asume posturas incorrectas. Además del sedentarismo, genera el encogimiento de la persona.

–¿Por qué los adultos durante los días fríos tienden a padecer dolores de hueso?

–Los huesos y las articulaciones parecen doler más con el frío. Se cree que esto se debe a la presión atmosférica que estimula a unos receptores de dolor que se encuentran en los músculos y articulaciones, lo que desencadena una articulación enferma, es decir, se produce más dolor aún.

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