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–¿Cómo vencer el miedo al parto?
–Es natural que una persona sienta miedo ante circunstancias que escapan a su control o le son desconocidas. El parto de una primípara (primeriza) es una situación desconocida, porque lo que le ocurre al cuerpo, que hace una serie de ajustes “automáticos” para preparar el parto (dilataciones por ejemplo), afecta también la vida socio-afectiva de la futura madre. El embarazo, al ser un proceso de crecimiento progresivo, permite una adaptación a los cambios y su incorporación a la vida psíquica de forma más pausada. El parto, sin embargo, es por definición de una duración mucho menor.
–¿Cómo incide el nuevo rol?
–El parto es un esfuerzo físico importante y tiene una dimensión representacional, simbólica, que si bien es muy subjetiva, suele relacionarse al nuevo rol, a las responsabilidades, a las pérdidas (de la condición de embarazada, de esa unión especial con el bebé), al temor a que “algo salga mal”, entre otras cosas. Tal vez no se pueda “eliminar” el miedo al parto, pero sí se puede preparar a la mujer para que tenga elementos para sentir que conoce algo de lo que le va a pasar conforme avanza el proceso del parto.
–¿Qué le recomienda a esta nueva mamá?
–Tener información sobre el parto (cambios, momentos, riesgos), mantener una actitud positiva hacia los cambios a enfrentar; planear con tiempo la “logística” del parto (donde será, con qué profesionales, quiénes acompañarán a la futura madre en el momento clave (pareja, madre, amiga). Lo importante es que esa persona sea alguien afectivamente importante para la parturienta, que sea capaz de contenerla. Alguien con quien conversar sobre las fantasías, ilusiones y temores que tiene. El medio social inmediato de la embarazada puede ser un elemento de apoyo para desarrollar las vivencias, decodificar las sensaciones y emociones que despierta el embarazo, las fantasías que tiene la embarazada en relación a su hijo o hija, las expectativas, los sueños.
–¿Cuáles son los grandes mitos y realidades respecto a la psiquis de la embarazada?
–El embarazo despierta ansiedades, expectativas, ilusiones, temores, desde lo más profundo de una, y desde el cuerpo a las representaciones psíquicas que se posean, esto es, relacionado con las historias de vida, lo que una pensó en relación a esas experiencias y cómo las integró –o no– a su vida. Lo que le pasa al cuerpo, en el ser humano, siguiendo a Lacan (Jacques, médico psiquiatra y psicoanalista francés), al ingresar al registro simbólico, por la palabra, se complejiza y se diversifica. Un embarazo y un parto no es igual a otro, porque tienen significantes distintos, desde cómo se lo “armó” psíquicamente.
–¿Cómo influye el bagaje cultural?
–Una mujer embarazada pasa por varios cambios a nivel corporal, pero aún más importante, cada mujer enfrenta el embarazo y el parto con un bagaje personal y social original, con sus recursos internos y externos, lo que reviste vivencias psíquicas con particulares significantes. Esto quiere decir que la experiencia de embarazarse, y también la de parir, es subjetiva, aunque se pueden identificar algunos elementos comunes en las mujeres, que podrían operar como un marco de lo esperable, pero no es posible predecir cómo vivirá cada mujer esta experiencia.
mirtha@abc.com.py