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La doctora Rosanna Fonseca, encargada de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital San Pablo, afirma que “un recién nacido ingresa a una terapia intensiva por una morbilidad asociada al nacimiento, que puede ser por prematurez, dificultad respiratoria, por alguna depresión neonatal, la piel amarilla o hiperbilirrubinemia”.
Agrega la profesional que “los controles y cuidados que se aplican al recién nacido prematuro son importantes porque buscan proteger el neurodesarrollo. Por eso dentro de las terapias intensivas se busca crear un ambiente similar a como estuviese el niño dentro del útero de la madre”.
Cabe resaltar, añade la especialista, que “las incubadoras por lo general están cubiertas, ya que se trata de que haya la mínima exposición a factores que puedan alterar el desarrollo de órganos que tendrían un estímulo diferente estando dentro del útero materno”.
Según detalla la doctora Fonseca: “de esta manera se protege el neurodesarrollo del recién nacido, pero el estímulo estando fuera del útero materno ya no es el mismo. Por eso son importantes los controles posteriores del bebé en relación con los sentidos, como la visión y audición, porque hay factores que pueden alterar el desarrollo. Y luego traducirse en algunos casos inclusive en ceguera o sordera del niño”, alerta.
En tanto, la doctora Miriam Cano, oftalmóloga especialista en retina, refiere que “la retinopatía del prematuro es la primera causa de ceguera infantil en países en desarrollo, en toda Latinoamérica. Estos recién nacidos necesitan un control ocular periódico para tratarlos de forma adecuada. Se puede indicar láser e inyecciones de una sustancia antiproliferante vascular o cirugía, pero como todo tratamiento médico, ninguno puede asegurar el 100% de efectividad”.
Y describe que “lastimosamente a la fecha no existe un tratamiento preventivo, el único sería evitar la prematurez, con un buen control prenatal y la protocolización de los partos prematuros. Los posibles efectos de la prematuridad sobre la función visual obligan a prestar atención al desarrollo de los niños quienes necesitan seguir siendo controlados”.
Control de retina
La doctora Cano enfatiza los siguientes puntos con relación a otras patologías que pueden adquirir los recién nacidos prematuros.
-Los niños prematuros que no necesitaron tratamiento, así como los tratados que no quedan ciegos, pueden desarrollar otras patologías, como miopía o astigmatismo, en general de aparición precoz y de diversa graduación, a veces muy elevada.
-Esta detección oportuna y tratamiento precoz ayudan a mejorar el desarrollo de la visión, que en todo niño se completa aproximadamente a los cinco años.
-Los controles implican un examen de la retina con pupila dilatada, lo que no suele ser riesgoso. Si son muy pequeños, se realiza en la misma terapia y bajo monitoreo.
-Los que quedan con una visión muy baja por el problema refractivo o alguna lesión macular (centro de la visión) pueden beneficiarse con elementos que favorecen a los niños con baja visión, como lupas, lentes telescópicas, etc.