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Es un proceso constante, se asocia a la capacidad de alcanzar satisfactoriamente todas aquellas metas que nos hemos propuesto, pues está conectado con la acción. La gente exitosa es realista, se mantiene en movimiento, invierte su esfuerzo solo en lo que conoce bien, comete errores pero nunca se da por vencida. Tienes que decidir dónde pondrás tu esfuerzo para cambiar y reconocer cuáles son tus debilidades y tus fortalezas.
Entre las fórmulas básicas para ser exitoso empecemos por ser eficiente, entusiasta, trabajar en equipo, de modo disciplinado, ordenado, con objetivos precisos, es necesario también conservar la buena salud física y mental. Sé amable contigo mismo, sigue tu propio ritmo, aprende de tus derrotas y errores, y ama lo que haces. Superarse depende de la combinación de diferentes factores, donde lo más crítico es la habilidad de aprovechar una oportunidad cuando esta se presenta y aplicar el conocimiento que desarrollaste previamente. Es una cuestión personal porque los objetivos y metas dependen de las motivaciones, intereses, principios y valores propios de cada individuo, dependen de ti. Recuerda, si quieres que las cosas sean diferentes, entonces tienes que hacer las cosas de modo distinto. Te toca ser realista, con iniciativa, incansable, recto, justo, honrado, luchar por cambiar y crecer.
Solo tú vives tu vida, y ahora pregúntate si, inconscientemente, no saboteas tu esfuerzo por avanzar, pues la naturaleza de nuestro ego propone el autosabotaje, odia los cambios, ama su zona de confort y se interesa por evitar aquello que más podría cambiar nuestras vidas. Reconoce si esta es tu realidad. Buena parte de la forma negativa en que hablamos de nosotros mismos procede de creencias de que somos malos, imperfectos, que nos encontramos rotos y dañados. Si tu vida ha pasado por situaciones adversas, debes buscar apoyo y ser resiliente –ser capaz de afrontar las crisis y también salir fortalecido–.
Sé positivo y progresa por saber lo que quieres y encaminate hacia una dirección adecuada.
Debemos ver el éxito no solo como un destino, sino como un viaje que tiene muchísimos retos y grandes aventuras. Si estamos dispuestos a enfrentar estos retos, entonces podremos vivir la vida a plenitud. La clave está en vivir el presente, con una decisión firme de alcanzar objetivos maduros y empezar a hacer algo en tu vida.
Prepárate intelectualmente, trabajando arduamente y aprende del fracaso. Debes ser locuaz, amable, obsesivo con la calidad, precavido, amar lo que haces, concentra tus esfuerzos en tu objetivo, invierte tu tiempo y dinero. Hay que ser austero en tiempos prósperos, y evitar cambios drásticos en tu nivel de vida en tiempo de crisis.
Las personas de bien y exitosas se sienten en paz consigo mismas, tienen la sensación de controlar su entorno y sus propias vidas y se sienten más seguras de sí mismas. Esos cambios se reflejan a su vez en su vida en el hogar, en el trabajo, en relación con las finanzas y la salud, tanto física como mental y emocionalmente.
Para lograr el éxito empieza a caminar con una postura erguida; usa un tono de voz que sea alegre; utiliza palabras optimistas y motivadoras. No hables mal de nadie; enfócate en las soluciones, no en los problemas; piensa que te ayudan a crecer; sé un modelo a seguir porque te exiges ser mejor; ser optimista requiere constancia.
* Psicopedagogo
fffretess@gmail.com