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La doctora Adriana Cabelluzzi de Ramírez, odontóloga, especialista en prostodoncia (*), relata que “los dientes del bebé o dientes de leche comienzan a formarse en el vientre materno, entre el 4º y 5º mes de embarazo. Por eso es importante la nutrición de la futura mamá con alimentos ricos en calcio, como la leche y derivados, los suplementos vitamínicos y minerales”.
Desde el punto de vista odontológico, explica la doctora: “la lactancia materna tiene beneficios sobre el crecimiento y desarrollo normal de la boca, en especial de la posición adecuada de la mandíbula porque en cada mamada se producen impulsos para el crecimiento de la misma. En cuanto a la calidad del esmalte dentario no hay diferencias significativas pero sí en la posición de los dientes, ya que el bebé que tiene lactancia artificial no se esfuerza por mamar y, por lo tanto, el desarrollo de la mandíbula puede verse disminuido”.
La salud bucal de los padres es muy importante: “si tienen caries o infecciones, poseen gran cantidad de bacterias. Y si el niño pone los dedos en la boca de la madre está llevando esa saliva llena de bacterias a su boca, o las madres que chupan el chupete del bebé para limpiarlo. Lo ideal es lavarlo con agua”, detalla la galena.
¿Lo genético o los cuidados inciden en la salud de los dientes? La odontóloga afirma que “hay un aspecto genético en bebés que nacen con dientes mucho más resistentes a las caries que otros, pero esto hoy puede manejarse para que todos tengan dientes sanos. Los cuidados prenatales de alimentación y suplementos nutricionales que toma la embarazada, las vitaminas posnatales que toma el bebé ayudan a la formación de los dientes por su contenido de flúor, la alimentación del bebé especialmente si es con leche materna para que la madre le pase no so lo alimento, sino también inmunidad contra enfermedades modifican las características de ese diente y lo hacen más resistente”.
Entre los cuidados se encuentran “la higiene de los dientitos de leche, fundamental, ya que tienen una calcificación menor que los dientes permanentes. Podemos comenzar con una gasa y pasarla por las muelitas al infante por supuesto sin pasta dental o dentífrico”.
Prevención de caries
La doctora Andrea Gómez Romero, odontóloga, nos dice que “el momento en el que aparecen los dientes permanentes, alrededor de los seis años de edad, los mismos aún no han completado su periodo de mineralización, lo que los hace más propensos a sufrir lesiones cariosas tempranamente”.
Para disminuir riesgos, uno de los procedimientos es el sellado de surcos y fisuras. “Consiste en rellenar con un material fluido las fosas, surcos y fisuras del diente, para evitar la acumulación de restos alimenticios y posterior desmineralización de sus superficies”, detalla.
Es un procedimiento no invasivo, lo que significa que “no es necesaria la utilización de anestésicos ni el uso de la turbina, el famoso torno del dentista. Tiene una vida útil de tres a cinco años.
Fotos: Silvio Rojas.