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La Dra. Chantal Agüero, flebóloga, indica que “las várices son dilataciones que se producen por insuficiencia venosa y que influye en el retorno de la sangre que fue bombeada por el corazón a todo el cuerpo. Debe volver desde los pies en dirección ascendente al corazón”.
“No todas las mujeres presentan várices. Depende en gran medida de la herencia familiar, el trabajo, el número de hijos, entre otros factores”, señala.
Afirma que “las várices pueden presentarse en diferentes partes del cuerpo, ya sea en el esófago, la zona anal, dando diferentes afecciones que abarcan diferentes especialidades”.
Las que se sitúan en las piernas tienen especial interés porque afectan nuestra vida laboral, por ejemplo, por las actividades en posición de pie”.
Refiere la especialista que “las várices se deben a diferentes causas. La herencia cumple un papel importante, existen familias con várices, se transmiten de generación en generación. Otro factor es la parte hormonal. En las mujeres existe predisposición por las hormonas presentes y se acentúan con los tratamientos anticonceptivos y de fertilidad a los cuales nos sometemos por diferentes motivos las mujeres”.
Los embarazos son una etapa en la cual se suma lo hormonal con el peso adquirido y la compresión ejercida por el útero. Luego la actividad laboral de pie o sentada sin movimiento muscular prolongado y peor aún con sobrepeso.
Afirma la especialista que aquellas mujeres con várices no debieran vestir prendas ajustadas, tacos altos con plataforma y tampoco conviene el calor al que estamos expuestos en nuestro país.
“Las várices se pueden tratar con diferentes métodos dependiendo del estadio en que se encuentren. Hoy se combaten con procedimientos sencillos en consultorio así como más complejos en sanatorios”.
Resalta que “una opción válida es el tratamiento llamado escleroterapia con agujas mínimas y medicamentos muy eficaces que han evolucionado con el tiempo. Luego se encuentra el láser que ha surgido como un aliado en el tratamiento de venas de mayor tamaño”.