Cargando...
La Dra. Marta María Herrera, pediatra (*), refiere que “la valoración de la duración de la lactancia materna es un fenómeno marcado por parámetros culturales y de la historia familiar. En culturas no occidentales actualmente las madres amamantan a sus hijos hasta los 3 a 4 años. Los organismos internacionales como OMS y UNICEF y la Sociedad Paraguaya de Pediatría recomiendan amamantar al menos 2 años”.
La doctora acota que “la madre debería basar su decisión en las necesidades propias y las de su hijo y no en las expectativas de los otros. Es importante que la madre no se deje llevar por comentarios de otros, con prácticas que no tienen sentido y dejar que la lactancia siga su curso natural, pues llegará el momento en que el niño no querrá más o bien lo decide la madre, pero tomando en cuenta que el niño ya está preparado para ello. Este es el destete natural”.
Es importante que el pediatra explique las estrategias para el destete. “Realizarlo en forma gradual es más fácil para la madre y su niño, ya que hacerlo abruptamente puede resultar traumático, aunque en determinadas circunstancias sea necesario”, agrega.
Resalta que “el destete gradual es mejor para ambos. Si la madre desea destetar se sugiere reducir una toma cada dos o tres días, lo que dará lugar a una reducción de producción láctea. Sin embargo, cuando el niño es mayor de dos años la madre puede negociar con él y lograr que acepte posponer las tomas. Se aconseja establecer acuerdos, como: “no me pidas en lugares públicos”, “será nuestro secreto”, “te daré antes de dormir y al levantarte, pero no puedo seguir dándote toda la noche porque estoy cansada y ya estás grandecito”.
Alternativa parcial
La doctora Herrera refiere que “el destete parcial es una alternativa al destete completo, pues permite eliminar algunas tomas, pero seguir dando el pecho. Es una opción cuando la madre se siente cansada, está enferma o comienza a trabajar. Cuando solo queda una toma es importante que ambos padres se pongan de acuerdo y expliquen a su hijo que ya es momento de finalizar la lactancia materna y que será la última vez que tomará. Que lo quieren mucho y le darán mimos, juegos, etc.”.
Que no sea abrupto
El corte abrupto de la lactancia se “indica bajo ciertas circunstancias, como enfermedades agudas de la madre que requieren tratamiento con drogas incompatibles con la lactancia, o casos donde la mamá debe viajar sin su niño a trabajar en otro lugar geográfico, así como enfermedades del niño que contraindican la lactancia como la galactosemia”. Esto es cuando no se puede metabolizar el azúcar galactosa.
Además “el tratamiento adecuado del destete abrupto previene la ingurgitación mamaria (los pechos se llenan de leche), la mastitis y el trauma emocional en el niño.
Se recomienda la extracción de leche, uso de sostén firme, pero no apretado”.
(*)Consejera internacional en lactancia materna.