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“La fertilización se realiza cuando se tienen relaciones sexuales en periodo de ovulación de la mujer, cuando el ovario libera un óvulo o célula reproductora femenina. Los millones de espermatozoides o células reproductoras masculinas que contiene el esperma liberado en la eyaculación tienen un recorrido de unos 18 cm que separan la vagina de la trompa de Falopio, tardando más o menos 24 horas, hasta donde se encuentra el óvulo”, señala la doctora Fanny Corrales Ríos, ginecoobstetra, especialista en endocrinología ginecológica y reproductiva.
La ginecoobstetra expresa que “tan solo uno de los espermatozoides atraviesa una de las capas del óvulo, la zona pelúcida. Esta capa automáticamente se vuelve más resistente para evitar la entrada de los demás espermatozoides, logrando así la fecundación del óvulo. Suceden las divisiones celulares en la trompa, luego migrará en forma de blastocito para llegar a la cavidad uterina, donde el huevo será implantado de manera normal en la capa interna del útero o endometrio. Este lugar ya esta preparado para recibir al óvulo fecundado, produciéndose la concepción y dando lugar al embrión. De este modo culmina el proceso de la fertilización”.
El doctor Raúl Fanego, ginecoobstetra, al ampliar los conceptos, afirma que, siguiendo con la evolución, “el blastocito se dirige al útero y se implanta al endometrio, una de las capas del útero, a través de unas prolongaciones. Esto ocurre aproximadamente siete días después de la fecundación”.
El profesional agrega que “el embrión tiene tres capas, y a partir de esas capas se irán formando los diferentes órganos y tejidos del futuro bebé. En el primer trimestre del embarazo, que va hasta la semana 12 de la gestación, ya se forman los principales órganos, como el corazón, el estómago, entre otros. La madre comienza a sentir los movimientos del bebé a partir del quinto mes, aproximadamente”.
Es importante mencionar que durante el embarazo el bebé se encuentra aislado y protegido gracias a las membranas y el líquido amniótico que lo rodea.
“Para calcular la edad gestacional de la embarazada, el crecimiento del bebé y la evolución de su formación, se empieza a contar desde el primer día de la última fecha de la menstruación. Desde el inicio hasta la semana 20, se considera un conato de aborto; luego, desde la semana 21 a la 27, un feto inmaduro. De la semana 28 a la 36, sería un feto de pretérmino, siendo de término y listo para su nacimiento desde la semana 37 a la 41”.
En cuanto al sexo del bebé, prosigue el doctor Fanego, “los humanos tenemos 23 pares de cromosomas en cada célula, uno de los pares de cromosomas es el que posee la información correspondiente al sexo, siendo XX en el caso que sea mujer, y XY en el caso que sea hombre. El espermatozoide puede ser X o Y, por ende depende de esto el sexo que tendrá el bebé”.