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Los medicamentos circulan en el torrente sanguíneo y atacan a las células cancerosas que crecen en forma activa. Debido a que las células cancerosas se dividen más rápidamente que las células normales, son más susceptibles a su acción. El Dr. Rubén Estigarribia, oncólogo, radioterapeuta, habla de este tema.
“La quimioterapia prolonga la vida de los pacientes en los estadios iniciales del cáncer, por ejemplo, en cáncer de mama en mujeres jóvenes, también si los ganglios son negativos. La quimioterapia ha aumentado en forma muy significativa la sobrevida de las mismas y en algunos casos avanzados mejora la calidad de vida ya sea en mamas, ovarios, linfomas y tumores testiculares”.
Los tratamientos actuales del cáncer se basan mucho en las terapias combinadas, según explica: “Cirugía, quimioterapia, terapias moleculares, inmunoterapias y radioterapia, por ejemplo en el cáncer del recto y ano, se realiza primeramente radioterapia con quimioterapia y luego cirugía, según la respuesta. Las nuevas alternativas de tratamiento se vienen realizando desde hace unos años en forma exitosa. Son conocidas como terapias blancos o moleculares, consisten en tratamientos direccionados a destruir únicamente las células cancerosas sin dañar las células sanas. Como ejemplos podemos dar el trastuzumab en cáncer de mama, sumatinib en riñones, rituximab en linfomas, imatinib en leucemias, bevacizumab y cetuximab en cáncer del colon, ipilimumab en melanomas. Hoy día existen un centenar de moléculas para tratamientos de otros cánceres.
Depende de la situación clínica del cáncer en cuestión, obviamente que en los estadios iniciales no existe dolor por cáncer, si en los estadios avanzados o con metástasis (las células migran a otros órganos o huesos). En estos casos, la radioterapia cumple un rol importante, ya que esta modalidad terapéutica tiene un efecto local y su accionar es casi inmediato destruyendo las células cancerosas y su consecuente alivio de los síntomas. Por ejemplo, en las metástasis de los huesos y del cerebro, en otras situaciones, además del dolor puede detener una hemorragia producida por un cáncer del cuello uterino”.
Para atender los casos “lamentablemente contamos con un solo instituto nacional del cáncer para todo el país, que pide socorro desde hace mucho tiempo. Pienso que lo ideal sería una integración de los servicios públicos y privados con el fin de optimizar los recursos y mejorar la atención y tratamiento de los pacientes”.