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“Cuando tenemos indigestión o después de una noche de mucho trago, un tereré de perdudilla nos ayudará a darle frescura a nuestro organismo”.
Según el experto, para la preparación se extrae completamente la hierba, se lava y luego se machaca incluyendo la raíz. “Es común en nuestra gente que se prefiera la perdudilla blanca más que la roja. Esto es solo folclórico, pues las dos especies tienen las mismas propiedades medicinales”, expresa.
Por otra parte, afirma que también es utilizada para la elaboración de la horchata que con las semilla de sandía, zapallo y jugo de limón, ayuda a controlar las enfermedades en las que está presente la fiebre. “Se agrega un puño de cada una de las simientes de los frutos citados en un recipiente, más una planta de perdudilla y una taza de jugo de limón. Se hierve, luego se retira del fuego, se deja reposar un momento para que cuando esté tibia podamos tomar el brebaje”, explica y aclara que un puño equivale a la punta de los cinco dedos.
Esta hierba crece en los empastados naturales y es de generación espontánea. “No escuché de algún cultivo de perdudilla; en cualquier parte la encontramos”, finaliza.