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La doctora Soledad Dubarry, pediatra de la Fundación Conin Paraguay (Cooperadora para la Nutrición Infantil), destaca que se brinda a los niños con desnutrición de 0 a 5 años los alimentos, los controles nutricional y pediátrico y educación a las madres para salir de ese estado. “De la nutrición adecuada dependen el crecimiento y el desarrollo del niño”, expresa.
La Fundación Conin existe desde el 18 de diciembre de 1995 y trabaja para que todo niño despliegue su potencial genético y elija con libertad y autonomía el camino hacia una vida digna; no limitada por incapacidades intelectuales irreversibles por una desnutrición precoz.
Entre los cuidados que requiere el infante la doctora habla del afecto que debe desarrollarse desde el vientre materno y ser fortalecido en la lactancia, para tener niños saludables. “Es fundamental para el desarrollo de la inmunidad, las defensas del niño, y es el mejor alimento que se le puede dar a un recién nacido porque posee todos los nutrientes, además sirve para fortalecer el vínculo con el hijo”, asegura.
Luego de los seis meses de lactancia exclusiva la doctora aconseja introducir en el menú del niño frutas, verduras y leche.
¿Qué debemos evitar? “Azúcares, gaseosas y frituras”, alega.
La experiencia
En cuanto a la experiencia en el Bañado Sur la profesional de la salud explica que “hay logros con la educación de las familias así como también la ayuda con los alimentos; se ve cómo mejoran y salen los niños del cuadro de desnutrición, y con ello esperan un futuro mejor, ya que llegan a la edad escolar con todos los recursos para aprender. Pero faltan más instituciones que fomenten la educación”.
Otra opinión es la de la licenciada Jessica Ripá Serafini, nutricionista, quien habla de que mientras los infantes reciben tratamiento nutricional, médico y estimulación temprana, las madres asisten a diferentes tipos de charlas, talleres y capacitaciones. Yo me encargo de hacer el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los 60 niños que asisten al centro”, informa.
La nutricionista hace consultas semanales, visita las casas de las familias en conjunto con el área social, realiza jornadas de peso y talla en campamentos y refugios para diagnosticar niños con desnutrición y poder ingresarles al programa de la fundación. Se encarga de todo lo que tenga que ver con la alimentación del niño y trabaja en conjunto con una pediatra, una enfermera, un asistente social y estimuladoras.
“No solo se pretende lograr que el niño se recupere y salga de la desnutrición, sino que la madre comprenda las consecuencias que trae consigo y pueda enseñar a su familia y a la comunidad cómo prevenir una desnutrición”, explica.
Afirma que con la lactancia materna se alimentan cuerpo y corazón, donde la madre y su hijo se nutren mutuamente. No existe mejor alimento que la leche materna y, de ser posible, debe ser exclusivo hasta los seis meses de edad. Es el alimento más completo, sano, barato y fácil de conseguir.
“Los niños desnutridos muchas veces fueron prematuros nacidos con bajo peso o incluso de madres que tuvieron bajo peso durante el embarazo”, menciona la nutricionista.
“Cuando con la lactancia materna exclusiva no logramos que el niño aumente de peso, a pesar de recomendarle una alimentación especial a la madre y suplementarle con vitaminas y minerales a ambos, recurrimos al uso de fórmulas. Así como en caso de madres que consuman algún tipo de droga o medicamento contraindicado con la lactancia materna”, refiere.
A partir del año
La licenciada señala que a partir del año el niño consumirá lácteos y los mismos alimentos naturales que come la familia. “Es aconsejable evitar gaseosas, golosinas y productos envasados, así como las frituras. Lo que hoy enseñamos a nuestros niños son los hábitos que tendrán de adultos. Una buena alimentación debe ser suficiente, adecuada, balanceada y de calidad”.