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Las leucemias son cánceres particulares desde varios aspectos. Afecta a las personas de todas las edades y, sobre todo, a los niños, incluidos los lactantes. Estas ponen inmediatamente en peligro la vida de los enfermos y representan a menudo verdaderas urgencias. En revancha, las leucemias se encuentran entre los cánceres más sensibles a los efectos de la quimioterapia y la mayoría de los pacientes, sobre todo los más jóvenes, pueden en la actualidad ser curados definitivamente.
- ¿Cuáles son las causas de una leucemia?
- Las causas de la enfermedad, lo sabemos ahora, se sitúan en un desajuste de los genes de células madre de la médula. Las leucemias pueden ser provocadas por exposiciones a la radioactividad o a productos químicos como el benceno. Pero estas formas son raras, y en la mayoría de los pacientes, ninguna causa es, en realidad, identificada. La enfermedad no es contagiosa ni hereditaria.
- ¿Cuáles son los síntomas de una leucemia?
- Los síntomas no son característicos y es a veces difícil hacer el diagnóstico. En general, los pacientes se muestran cansados, pálidos y presentan infecciones repetidas. Los hematomas (o moretones) que aparecen sin razón, como hemorragias, son signos evocadores. Cuando se examina al paciente, se encuentra a menudo un aumento del tamaño de los ganglios, del bazo o del hígado. Una simple extracción de sangre permite en general hacer el diagnóstico mostrando el número anormal de células sanguíneas (los glóbulos blancos pueden aumentar más de 20 veces los valores normales).
- ¿Qué hacer cuando se sospecha el diagnóstico?
- El paciente debe ser hospitalizado de urgencia, sobre todo si presenta fiebre o hemorragia. El diagnóstico será enseguida confirmado por una punción de la médula ósea, un examen un tanto doloroso que se efectúa con anestesia local, general para los niños. Es necesario saber que ciertas infecciones virales benignas, como la mononucleosis, pueden manifestarse por los mismos síntomas que una leucemia. Hay que ser, entonces, prudentes y certeros en el diagnóstico.
- ¿Cómo se trata una leucemia ?
- Antes que nada, es urgente develar todas las complicaciones de enfermedad (hemorragias, infecciones, etc.) y tratarlas inmediatamente por transfusiones, antibióticos, etc. La quimioterapia es indispensable. Contrariamente a los otros cánceres, esta debe ser iniciada a menudo de urgencia en los enfermos de leucemia. Es por ello que el tratamiento debe ser tomado bajo responsabilidad de un equipo médico especializado y entrenado. El tratamiento es largo y comporta numerosos efectos secundarios. Estos son siempre inevitables. Se debe confrontar, si se espera curar la enfermedad, que sin ello es mortal en algunas semanas.
Pero afortunadamente existen tratamientos y buenos pronósticos en muchos casos, por eso es muy importante estar atentos y ante cualquier anomalía consultar con el médico de cabecera o el pediatra.
LO QUE HAY QUE SABER
* La quimioterapia representa un grupo de medicamentos que destruyen las células cancerosas. Lastimosamente, cuando son administrados a las personas, estos medicamentos pueden destruir las células normales del organismo. Felizmente, estas células son en general capaces de regenerarse y la mayoría de los efectos secundarios de las quimioterapias son transitorios.
* Los tratamientos de quimioterapia han sido aplicados con éxito en las leucemias a partir de los años 60 y desde entonces los progresos no han mermado. Actualmente pueden administrarse dosis cada vez más fuertes de quimioterapia con menos efectos secundarios, lo que permite sanar formas más resistentes. Técnicas como los trasplantes (injertos) de médula han podido ser aplicados en las formas donde la quimioterapia es poco eficaz. Nuevos medicamentos aparecen regularmente.
* Más allá de los progresos de los medicamentos en sí mismos, los progresos de la biología también han sido determinantes. Han permitido un diagnóstico más fiable. Los métodos de análisis modernos llamados inmunofenotipo, citogenético o biología molecular permiten prevenir si la leucemia de un paciente dado será más o menos sensible a la quimioterapia. Esto es aplicado de rutina en el tratamiento de los niños, lo que posibilita ajustar la intensidad del tratamiento (y entonces de sus efectos secundarios) a la gravedad de la enfermedad. Estos análisis sirven también para decidir si es necesario recurrir a un trasplante de médula.
* Lo ideal, por supuesto, sería disponer de medicamentos potentes para destruir las células leucémicas sin tocar las normales. Ello ya no constituye un sueño. El mejoramiento del conocimiento sobre el mecanismo de las leucemias, fruto de largos años de investigación en el mundo, ha permitido identificar moléculas que "atacan" anomalías particulares de la célula leucémica y protegen las células normales del organismo. Los hematólogos disponen actualmente de algunas moléculas de este tipo que han confirmado las esperanzas puestas en esta clase de estrategia. Las mejor conocidas actualmente son dos moléculas que están reservadas a formas muy particulares de leucemias y no conciernen finalmente sino a pocos casos. Sin embargo, abren la vía a otros numerosos descubrimientos.
* Los tratamientos actuales permiten frenar la enfermedad (se dice también obtener remisiones de la leucemia) en el 90% de los niños y en alrededor del 75-80% de los adultos. El problema principal es el riesgo de recaída. Es lo que justifica la utilización de los tratamientos prolongados. Al final, alrededor del 75% de los niños y 40% de los adultos se curan definitivamente luego de haber sido tratados por una leucemia.
Estos resultados muestran que los tratamientos actuales son eficaces. Es entonces absolutamente necesario que todos los pacientes puedan beneficiarse de ellos, que equipos entrenados estén disponibles. Los resultados muestran también que muchos pacientes recaen aún. La investigación debe entonces proseguir y permitir el acceso al mayor número de tratamientos activos.
- ¿Cuáles son las causas de una leucemia?
- Las causas de la enfermedad, lo sabemos ahora, se sitúan en un desajuste de los genes de células madre de la médula. Las leucemias pueden ser provocadas por exposiciones a la radioactividad o a productos químicos como el benceno. Pero estas formas son raras, y en la mayoría de los pacientes, ninguna causa es, en realidad, identificada. La enfermedad no es contagiosa ni hereditaria.
- ¿Cuáles son los síntomas de una leucemia?
- Los síntomas no son característicos y es a veces difícil hacer el diagnóstico. En general, los pacientes se muestran cansados, pálidos y presentan infecciones repetidas. Los hematomas (o moretones) que aparecen sin razón, como hemorragias, son signos evocadores. Cuando se examina al paciente, se encuentra a menudo un aumento del tamaño de los ganglios, del bazo o del hígado. Una simple extracción de sangre permite en general hacer el diagnóstico mostrando el número anormal de células sanguíneas (los glóbulos blancos pueden aumentar más de 20 veces los valores normales).
- ¿Qué hacer cuando se sospecha el diagnóstico?
- El paciente debe ser hospitalizado de urgencia, sobre todo si presenta fiebre o hemorragia. El diagnóstico será enseguida confirmado por una punción de la médula ósea, un examen un tanto doloroso que se efectúa con anestesia local, general para los niños. Es necesario saber que ciertas infecciones virales benignas, como la mononucleosis, pueden manifestarse por los mismos síntomas que una leucemia. Hay que ser, entonces, prudentes y certeros en el diagnóstico.
- ¿Cómo se trata una leucemia ?
- Antes que nada, es urgente develar todas las complicaciones de enfermedad (hemorragias, infecciones, etc.) y tratarlas inmediatamente por transfusiones, antibióticos, etc. La quimioterapia es indispensable. Contrariamente a los otros cánceres, esta debe ser iniciada a menudo de urgencia en los enfermos de leucemia. Es por ello que el tratamiento debe ser tomado bajo responsabilidad de un equipo médico especializado y entrenado. El tratamiento es largo y comporta numerosos efectos secundarios. Estos son siempre inevitables. Se debe confrontar, si se espera curar la enfermedad, que sin ello es mortal en algunas semanas.
Pero afortunadamente existen tratamientos y buenos pronósticos en muchos casos, por eso es muy importante estar atentos y ante cualquier anomalía consultar con el médico de cabecera o el pediatra.
LO QUE HAY QUE SABER
* La quimioterapia representa un grupo de medicamentos que destruyen las células cancerosas. Lastimosamente, cuando son administrados a las personas, estos medicamentos pueden destruir las células normales del organismo. Felizmente, estas células son en general capaces de regenerarse y la mayoría de los efectos secundarios de las quimioterapias son transitorios.
* Los tratamientos de quimioterapia han sido aplicados con éxito en las leucemias a partir de los años 60 y desde entonces los progresos no han mermado. Actualmente pueden administrarse dosis cada vez más fuertes de quimioterapia con menos efectos secundarios, lo que permite sanar formas más resistentes. Técnicas como los trasplantes (injertos) de médula han podido ser aplicados en las formas donde la quimioterapia es poco eficaz. Nuevos medicamentos aparecen regularmente.
* Más allá de los progresos de los medicamentos en sí mismos, los progresos de la biología también han sido determinantes. Han permitido un diagnóstico más fiable. Los métodos de análisis modernos llamados inmunofenotipo, citogenético o biología molecular permiten prevenir si la leucemia de un paciente dado será más o menos sensible a la quimioterapia. Esto es aplicado de rutina en el tratamiento de los niños, lo que posibilita ajustar la intensidad del tratamiento (y entonces de sus efectos secundarios) a la gravedad de la enfermedad. Estos análisis sirven también para decidir si es necesario recurrir a un trasplante de médula.
* Lo ideal, por supuesto, sería disponer de medicamentos potentes para destruir las células leucémicas sin tocar las normales. Ello ya no constituye un sueño. El mejoramiento del conocimiento sobre el mecanismo de las leucemias, fruto de largos años de investigación en el mundo, ha permitido identificar moléculas que "atacan" anomalías particulares de la célula leucémica y protegen las células normales del organismo. Los hematólogos disponen actualmente de algunas moléculas de este tipo que han confirmado las esperanzas puestas en esta clase de estrategia. Las mejor conocidas actualmente son dos moléculas que están reservadas a formas muy particulares de leucemias y no conciernen finalmente sino a pocos casos. Sin embargo, abren la vía a otros numerosos descubrimientos.
* Los tratamientos actuales permiten frenar la enfermedad (se dice también obtener remisiones de la leucemia) en el 90% de los niños y en alrededor del 75-80% de los adultos. El problema principal es el riesgo de recaída. Es lo que justifica la utilización de los tratamientos prolongados. Al final, alrededor del 75% de los niños y 40% de los adultos se curan definitivamente luego de haber sido tratados por una leucemia.
Estos resultados muestran que los tratamientos actuales son eficaces. Es entonces absolutamente necesario que todos los pacientes puedan beneficiarse de ellos, que equipos entrenados estén disponibles. Los resultados muestran también que muchos pacientes recaen aún. La investigación debe entonces proseguir y permitir el acceso al mayor número de tratamientos activos.