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La licenciada Melissa Rojas Romero, psicopedagoga, señala que existen dos ramas de dificultades del aprendizaje, que se basan en los trastornos generales y los específicos. Dentro de este segundo punto se encuentran, por ejemplo, la dislexia (dificultad en la lectura) y la disgrafía (escritura defectuosa), por citar algunos.
La licenciada resalta que es muy importante la detección precoz del problema, ya que en los primeros años de vida, hasta los 7 años, los pequeños tienen una plasticidad cerebral mucho mayor, lo que significa que si la dificultad es atendida a tiempo, el niño puede ser rehabilitado con la mayor anticipación posible.
Además, resalta la profesional que algunos motivos externos que influyen en la presencia de dislexia en los niños pueden ser que no hayan recibido una buena educación inicial y se les ha hecho pasar de grado sin mérito alguno, o los padres no le han inscripto a sus hijos en el prejardín o jardín, que son requisitos imprescindibles en la escolarización.
Refiere que incluso se puede dar el caso en que los padres le han anotado a sus niños muy tempranamente, es decir, no tienen la edad requerida, pero les inscribieron en el primer grado. Ante esto es importante recordar a los progenitores que se deberá respetar la edad del niño con relación a la etapa de escolarización recomendada por el Ministerio de Educación.
El tratamiento que se aconseja en estos casos
La licenciada Rojas afirma que el tratamiento consistirá en realizar al niño una evaluación, el diagnóstico y a partir de allí saber qué habilidades se tendrán que trabajar para mejorarlas. Es importante estimular a los niños con elementos visuales, para que se obtenga un reconocimiento de imágenes y letras. Esto se logrará a través de juegos didácticos, imágenes y sonidos. Se deberá seguir como mínimo dos veces a la semana.