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La Dra. Gloria Samudio, infectóloga pediatra, refiere que “la bronquiolitis es una enfermedad del sistema respiratorio, provocada por una infección viral. Como resultado de la infección, las vías respiratorias se inflaman, se llenan de moco y esto ocasiona dificultad para respirar”.
“Afecta a los niños menores de dos años, preferentemente entre los 3 y 6 meses. Es más prevalente en varones, en niños no alimentados a pecho materno y en aquellos que viven en condiciones de hacinamiento. La exposición al humo de tabaco y asistencia a guarderías también son factores que aumentan su incidencia”, indica.
Afirma la especialista que “si bien puede ser benigna en la mayoría de los casos, puede ser grave en niños con antecedentes de prematurez, enfermedades cardiacas o pulmonares crónicas, o con algún tipo de inmunodeficiencia”.
“Los síntomas de bronquiolitis pueden simular un resfriado común, que se inicia con congestión nasal, tos leve, fiebre y rinorrea (moqueo de nariz). A esto se puede agregar empeoramiento de la tos y respiración sibilante (chillido de pecho)”, acota.
Resalta además que “el cuadro puede empeorar tanto que impida la respiración normal del niño. En estos casos se presenta agitado, irritable, con respiración muy acelerada. Debido a la agitación, el niño puede dejar de alimentarse, ocurriendo una deshidratación importante. Además, debido a la mala entrada de aire en los pulmones, puede aparecer cianosis (coloración azulada que se presenta en labios y dedos)”.
“El contagio se produce a través de gotitas de fluidos de nariz o boca, ya sea de persona a persona o a través de objetos (tocar una superficie contaminada con virus y luego llevar la mano a la boca). Recuerde que la enfermedad puede durar hasta 12 días, pero es más intensa entre el segundo y tercer día del inicio de los síntomas. La tos puede durar semanas luego de la curación”, agrega.
Informa la doctora que “los bebés con dificultad para respirar, que están deshidratados o fatigados siempre deben ser evaluados por un médico. Algunos niños pueden requerir hospitalización para que reciban líquidos y oxígeno húmedo. Rara vez puede requerirse el ingreso a terapia intensiva”.
“Los antibióticos no son útiles porque la bronquiolitis está provocada por una infección viral. La mejor forma de evitar la propagación de los virus consiste en lavarse las manos a menudo”, aconseja.
Recomienda además la profesional que “se debe mantener a los bebés lejos del humo del tabaco y de personas resfriadas o con tos. No existe vacuna contra la enfermedad”.
Asegurarse de que “el bebé continúe con la lactancia materna, y si es un niño mayor consumirá agua y otros líquidos en pequeñas cantidades con mayor frecuencia”.
No permita que se fume en la casa, en el auto u otro lugar.