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El doctor Laterza Beraud nos habla de los estudios que confirmaron que los malestares gástricos ocurrían a causa de una mala absorción de la lactosa (un azúcar presente en todas las leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana). Y este déficit de absorción se debía a una deficiencia de una enzima intestinal que desdobla a este azúcar llamada “lactasa”.
–¿Por qué ocurre esta intolerancia a la lactosa?
–Podemos decir que “la intolerancia a la lactosa se debe a que no hay suficiente enzima lactasa en el intestino delgado para romper o desdoblar toda la lactosa consumida. Cuando la lactosa no es absorbida en el intestino delgado pasará al intestino grueso y allí es descompuesta por las bacterias del mismo, generando las sustancias de desecho: Hidrógeno (H2), Anhídrido carbónico (CO2), Metano (CH4) y ácidos grasos de cadena corta que provocan todos los síntomas.
–¿Cuáles son los síntomas más frecuentes en la intolerancia a la lactosa?
–Los síntomas se presentan frecuentemente después de la ingestión de productos lácteos. Náuseas, vómitos, dolor abdominal, espasmos, hinchazón y distensión abdominal, gases abdominales o flatulencias, diarreas ácidas, heces pastosas y flotantes, defecación urgente y explosiva.
Estos síntomas pueden presentarse 30 minutos o varias horas después de ingerir los alimentos que contienen lactosa.
–¿Es frecuente la intolerancia a la lactosa?
–Se estima que un alto porcentaje de la población mundial sufre algún grado de intolerancia a la lactosa a lo largo de la vida, en relación a que la producción de lactasa va disminuyendo con la edad.
No existen diferencias en la prevalencia entre uno y otro sexo y puede afectar a cualquier edad (es extremadamente raro padecerla desde el nacimiento).
–¿Qué tipos de intolerancia existen?
–Intolerancia primaria o genética: se produce una pérdida progresiva de la producción de la lactasa, y por tanto una pérdida gradual de la capacidad de digerir la lactosa. Suele darse a lo largo de la vida y tiene una causa genética. Las personas con esta intolerancia van notando cómo la ingesta de leche les causa cada vez más síntomas. Más del 70% de la población mundial padece de esta intolerancia. Como es de carácter primario/genético no existe curación posible porque el individuo no recupera la enzima y los síntomas solo se alivian con la suspensión de los productos lácteos en la dieta.
Intolerancia secundaria: es transitoria y curable, la disminución de la producción de la lactosa se produce por un daño intestinal temporal, como una infección por virus, bacterias o un cuadro tóxico. Superada la afección, desaparece la intolerancia a la lactosa.