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–¿Es la piel vulnerable ante ungüentos, cremas y preparados?
–La piel es un órgano de protección que desempeña una amplia variedad de funciones, incluyendo la protección frente a las agresiones externas, la termorregulación, la impermeabilización, la absorción de las radiaciones ultravioleta, la producción de vitamina D, la protección contra los microorganismos patógenos, la defensa inmunológica del microorganismo y la detección de estímulos sensoriales.
La alteración de la función barrera por la aplicación de sustancias externas como ungüentos, cremas y preparados que no reúnan los estándares de bioseguridad internacionales y la automedicación ocasionan la pérdida de agua, electrolitos y calor, y favorece la colonización cutánea y posterior infección sistémica.
–¿Cómo cuidar al órgano más extenso del cuerpo?
–La piel de la cara debe limpiarse todas las noches, aunque no se haya maquillado. En función de que sea más seca o más grasa se utilizarán cremas y leches limpiadoras o jabones suaves syndet (jabón sin jabón) que se retiran con agua. Por la mañana se debe hacer también una limpieza ligera. La mayoría de las pieles toleran un aclarado matutino con agua tibia como única medida higiénica.
La hidratación debe aplicarse a continuación de la limpieza. Puede ser con un producto con un número de componentes mínimo, o un preparado complejo que contenga sustancias antiarrugas o antienvejecimiento. La elección se hará en función de la edad y las exigencias de cada piel. La textura será más o menos acuosa, dependiendo de que se trate de una piel seca, grasa, mixta o sensible.