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La arteriosclerosis coronaria es un proceso lento en el cual se depositan sustancias grasas en la pared de las arterias, formando placas que provocan el estrechamiento de las arterias coronarias, dificultando la circulación.
En algunos casos ocurre lo que llamamos accidente de placa, que dependiendo si produce una oclusión total o parcial de la arteria coronaria ocasiona el infarto agudo de miocardio.
Este proceso empieza en las primeras décadas de la vida, pero no presenta síntomas hasta que el estrechamiento o afinamiento de la arteria coronaria se hace tan grave que obstruye el flujo de la sangre por la misma, ocasionando lo que llamamos isquemia miocárdica (angina de pecho), que es un dolor en el pecho, de tipo opresivo, que generalmente se relaciona con el esfuerzo.
El infarto suele ser un evento inesperado que se puede presentar en personas adultas aparentemente sanas, y más frecuentemente en aquellas que poseen lo que llamamos factores de riesgo cardiovascular, como: hipertensión arterial, dislipidemia, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, edad avanzada, diabetes mellitus e historia familiar de enfermedad cardiovascular.
Los pacientes con múltiples factores de riesgo presentan mayores posibilidades de padecer enfermedad obstructiva de las arterias coronarias y, por tanto, más posibilidades de angina o infarto. Es de mucha importancia que tengamos en cuenta dichos factores de riesgo, ya que aparentemente son conocidos por todos, pero muy pocas o raras veces se toman las medidas correctivas a tiempo.
Estilos de vida
Adoptar estilos de vida saludables es fundamental, ya que con ellos podemos prevenir, de manera significativa la incidencia o por lo menos retrasar la aparición de las mismas (infarto agudo de miocardio – accidentes cerebrovasculares). Como es sabido, estas enfermedades, si no ocasionan la muerte son invalidantes, o alteran la calidad de vida de los pacientes.
La manifestación que domina toda la sintomatología es el dolor de pecho, que se define como opresión, quemazón, intenso y prolongado, y que puede extenderse a brazos y hombros (sobre todo izquierdos), espalda e incluso dientes y mandíbula. Incluso algunas veces en la parte alta del abdomen por lo que lo confunden con síntomas estomacales. Es de inicio súbito, o a veces tras un esfuerzo, pero también se puede presentar en reposo. Ante esta situación se debe acudir inmediatamente a un centro médico para ser evaluado.
Reabrir la arteria
Una vez establecido un cuadro de infarto agudo de miocardio, lo primordial es reabrir-recanalizar la arteria coronaria obstruida, o culpable del infarto como se la conoce, ya sea por medio de fármacos conocidos como trombolíticos o mediante la angioplastia coronaria que es el método de elección.
(*) Presidente de la Sociedad Paraguaya de Cardiología.
javier_galeano@hotmail.com (*)