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Hoy, la cirugía laparoscópica del colon y recto es toda una realidad y con buenos resultados, en comparación a la técnica convencional, en las patologías benignas o malignas. Sí, existen contraindicaciones absolutas que serían las urgencias: perforación, obstrucción y hemorragia masiva.
También debemos informar que la patología del colon está en notorio crecimiento en todas las edades y en gran parte es atribuible a la mala alimentación; incremento de la dieta astringente (poca ingesta de frutas y verduras), las comidas procesadas y el aumento desmedido de los conservantes.
El abordaje laparoscópico de las enfermedades colorrectales requiere un importante entrenamiento por parte del equipo quirúrgico y disponer del material tecnológico adecuado para garantizar buenos resultados.
La internación hospitalaria es menor, la integración a la actividad laboral, deportiva y rutinaria es más rápida, el uso de analgésicos es mínimo, y las incisiones pequeñas, buscando como es propia de esta técnica la buena cosmética abdominal.
Esta técnica quirúrgica debe realizarse en centros bien equipados porque implica disponer de torres de laparoscopia, un buen número de instrumentales, trocares de distintos tamaños, quirófanos amplios, mesa de quirófano articuladas por las distintas posiciones que se utilizan para facilitar la disección y exposición de los distintos segmentos del colon. No debemos olvidar dentro del equipamiento el uso de las suturas mecánicas y de las pinzas que cumplen funciones múltiples de coagulación y sección a la vez, muy utilizadas en las cirugías gastrointestinales (estómago, intestino delgado, colon y recto).
Dentro de las indicaciones más frecuentes podemos mencionar: los tumores benignos, la enfermedad diverticular, la endometriosis colónica, la restitución del tránsito intestinal en pacientes con colostomía, en colitis ulcerativa, en prolapso rectal crónico y los tumores malignos del colon y recto. (*) Cirujano, especialista en coloproctología y laparoscopia, sutura mecánica.