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Mediante la hipnosis se investigan los sucesos de la vida para averiguar cuáles son las barreras que bloquean al ser humano y lo condenan a una actitud negativa.
Gerardo López Salvioni, hipnoterapeuta, experto en control mental, realiza hipnosis con terapia de regresión a la vida actual y vidas pasadas y asegura que se logran cambios físicos y psicológicos. ¿Cómo? “Se puede sanar un dolor de cabeza y también otras afecciones, siempre que tengan relación con un origen psicogénico. Algunos ejemplos son: miedo, ira, fobias, tristeza, resentimiento, pánico, autoestima baja, problemas de comportamiento, relaciones dificultosas, molestias indefinidas, adicciones, entre otros problemas”.
La técnica, según explica, consiste “en un sencillo procedimiento guiado, con la intención de llegar a una profunda relajación. Yo les aliento a las personas a que sigan con esa corta práctica en sus casas todos los días, especialmente por las noches, para alcanzar un estado más calmo y más equilibrado hasta lograr un mejor rendimiento. Y mantener alejado, entre otras cosas al temido estrés”.
Una vez lograda esa profunda relajación en la sesión de hipnosis, la mente llega a una gran capacidad de instrospección, capaz de lograr “ver” toda su condición mental, emocional y física. Una vez en trance se entra a trabajar en la búsqueda de la solución, apelando a los propios recursos de la persona.
La licenciada Katherine Ferreira, sicóloga, dice que en cuanto a la ansiedad en el estado de hipnosis disminuyen todas las actividades de las funciones corporales. “El latido cardiaco normal, entre 60 y 80 pulsaciones por minuto, puede reducirse a 40 o 45 pulsaciones por minuto. La respiración se vuelve más lenta y más profunda, la tensión sanguínea baja. Otro rasgo característico de la hipnosis es una maravillosa sensación de paz y distensión de todos los nervios y músculos del cuerpo. Posee un efecto reparador corporal”.
Katherine utiliza el sillón terapéutico que posee unos rodillos por dentro que masajean desde la punta de los pies hasta la cabeza y mejora la circulación.
La sicóloga dice que la hipnosis trabaja con el inconsciente, por sugestiones positivas, que “el terapeuta implanta en el paciente para ayudarlo a salir adelante. Se va grabando en la mentalidad del paciente”.
También va acompañado, según informa la especialista, “de la terapia sistémica –que trata las disfunciones–, hay un feedback y la persona tiene repercusión sobre su entorno y este tiene repercusión sobre la persona”.
La licenciada “trabaja con música de relajación del célebre compositor alemán Beethoven, que se demostró que desarrolla el cerebro y la terapia sistémica, sin ningún riesgo”.
López Salvioni aporta que “los aspectos que se trabajan con este procedimiento son marcados o limitados por la persona tratada. A pesar de que son complejos y subordinados a una serie de factores conectados con la infancia y teniendo en cuenta que la hipnoterapia no diagnostica, sino que considera directamente lo que le molesta o preocupa”.
Según la licenciada, la palabra estrés significa presión tensión y nerviosismo, y se elimina con técnicas de respiración abdominal profunda con hipnosis, o la visualización positiva y la caminata”.
López Salvioni menciona que una sesión de hipnosis es sencilla, neutra, inocua, inofensiva, no tiene contraindicaciones, ni efectos secundarios. “La persona hipnotizada nunca pierde el control de su conciencia y no hará cosas que estén en contra de sus principios. La persona no llega a dormirse, pero sí a la frontera del sueño”, aclara.
“Se abstendrán, sin embargo, las embarazadas y quienes sufren del corazón o tengan marcapasos”, según dice el profesional.
La hipnosis no cura enfermedades graves, pero ayuda a soportar el dolor.