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–¿Por qué sube la presión cuando el calor aumenta?
–Cuando hace calor las arterias se dilatan, por eso nos ponemos colorados y sudamos. Debido a esa dilatación, la presión arterial tiende a bajar en la mayoría de las personas. En algunos hipertensos las molestias que provoca el calor: el sudor, la ropa mojada, cuando se forma fila bajo el sol caliente, por ejemplo, les ponen nerviosos, segregan adrenalina y también aumenta la presión arterial.
–¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión?
–En la mayoría de los casos la hipertensión arterial no provoca ningún síntoma, por eso se le conoce como “el asesino silencioso”. Al inicio de la afección pueden presentarse dolor de cabeza, sobre todo en la nuca, mareos, insomnio, nerviosismo fácil, visión borrosa. Generalmente la gente no da importancia a estos síntomas y deja pasar. Con el tiempo el organismo se acostumbra a esta presión elevada y ya no da síntomas (lo que no significa que están bien las cosas). Esto va dañando los órganos y aparecen nuevamente los síntomas cuando ocurrió una elevación exagerada y sucedió alguna complicación.
–¿Quiénes deben tener especial cuidado?
–La hipertensión arterial es una enfermedad hereditaria, por lo tanto tienen riesgo de padecerla los hijos de hipertensos, más aún aquellos que tanto el padre como la madre son hipertensos. Por esto aconsejamos un especial cuidado desde la niñez ya que con buenos hábitos de vida se puede evitar la aparición de la enfermedad.
Existen otras circunstancias en las que se puede padecer hipertensión arterial, sin tener antecedentes familiares como ser la obesidad, enfermedades renales, hipertiroidismo, fumadores crónicos, sedentarismo combinado con obesidad y estrés, entre otros.
–¿Cómo evitar que la presión afecte?
–Cuando una persona padece hipertensión arterial debe recibir tratamiento para lograr mantener la presión dentro de límites normales, o sea menos de 130/80 mm Hg. Para evitar de esa manera que dañe las arterias y los llamados órganos blancos: corazón, cerebro, riñones, ojos.
Esto se logra con dos tipos de tratamientos que se complementan y no se excluyen: cambio de estilo de vida y el uso de medicamentos.
(*) Fellow del Colegio Americano de Cardiología y de la Sociedad Europea de Cardiología.
mirtha@abc.com.py