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El Dr. Enrique Basili, especialista en hepatología y gastroenterología, señala que el hígado graso llamado esteatosis es la acumulación de grasa en las células del hígado y en la mayoría de los casos no hay síntomas, es decir, que quien lo padece no siente molestia alguna.
–¿En quiénes es frecuente la presencia del hígado graso y cuáles son las causas?
–El hígado graso es cada vez más frecuente debido a que la causa principal, el sobrepeso u obesidad, se encuentra en constante aumento de prevalencia en el mundo, por lo tanto, las personas más propensas a padecerlo son las que reúnen estas características. Otras causas del hígado graso son la dislipidemia (aumento de triglicéridos y colesterol), exceso en el consumo de alcohol. Así también influye la ingesta de algunos medicamentos, la diabetes, algunas enfermedades del hígado y otras enfermedades sistémicas (de todo el cuerpo). Una forma grave, pero rara, es la esteatosis aguda gravídica, que ocurre en el embarazo.
–¿Se trata de una enfermedad genética?
–Existe predisposición genética a algunas causas que originan el hígado graso, por ejemplo, al aumento de colesterol y triglicéridos, a la diabetes, a la obesidad, etc. También existe predisposición genética a la esteato-hepatitis, que es una forma complicada del hígado graso, que sería el hígado graso con inflamación.
–¿Es favorable realizar actividad física ante el padecimiento de esta enfermedad?
–En general sí es muy favorable realizar ejercicios, ya que esto ayuda a reducir el peso, el nivel de azúcar, de grasas en la sangre (colesterol y triglicéridos), de la insulino-resistencia.
–¿Se deberá proceder a una cirugía?
–Nunca se opera el hígado por haber hígado graso. Lo que sí se puede hacer para reducción de peso en los obesos es la cirugía bariátrica del estómago (achicar el estómago o hacer que los alimentos “salten” el paso de una parte del intestino para que disminuya la absorción de lo que se come).
–¿Es una enfermedad grave? ¿Qué riesgos posee el hígado graso?
–En una mayoría de los casos el hígado graso no es grave, pero en un tercio de los pacientes, sobre todo los obesos y diabéticos, la grasa se puede inflamar conllevando a una esteato-hepatitis. Esta a su vez puede llevar a una cirrosis hepática que es muy grave y hasta mortal si no se detiene el proceso de daño del hígado. Lo ideal es optar por una vida sana.