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La Dra. Vania Diez Pérez Núñez, dermatóloga pediatra (*)
–¿Qué es un hemangioma?
–El hemangioma es el tumor vascular más frecuente de la infancia. Es el resultado de la proliferación benigna de células endoteliales, que son células que recubren el interior de los vasos sanguíneos.
Los hemangiomas pueden ser: “comunes, posnatales o hemangiomas infantiles”: son los más frecuentes, se presentan al nacer o dentro de las primeras semanas de vida, crecen en pocos meses e involucionan en varios años; y los “hemangiomas congénitos”, que constituyen un grupo pequeño, están totalmente desarrollados al nacer y no sufren crecimiento posnatal, a diferencia de los hemangiomas infantiles.
–¿Se tienen datos de cuántos afectados hay en Paraguay?
–No se disponen de datos acerca del número total de pacientes con esta patología en nuestro país. Un artículo de revisión publicado en la revista médica Pediatrics en enero de 2013, informa que los hemangiomas infantiles afectan alrededor del 5% de todos los recién nacidos en los Estados Unidos. Un estudio australiano de recién nacidos observó una incidencia de 2,6% a las seis semanas de edad, y otro estudio estadounidense encontró que el 4,5% de los lactantes desarrollaron hemangiomas infantiles, todos los cuales estaban presentes a los tres meses de edad.
–¿Cuáles son los síntomas?
–Los hemangiomas ulcerados pueden causar dolor (la ulceración es la complicación más frecuente que ocurre durante la fase proliferativa). Los grandes hemangiomas que comprometen cabeza y cuello pueden producir compromiso respiratorio y fallo cardíaco. Los hemangiomas localizados alrededor de los orificios (ojos, nariz, boca, orejas) pueden obstruirlos y amenazar su función.
Por su morfología, los hemangiomas infantiles se clasifican en: superficiales, combinados y profundos.
Los superficiales son placas rojas, con la superficie finamente lobulada “en fresa o frutilla”.
Los profundos son masas salientes cubiertas de piel normal o con un tinte azulado.
Los hemangiomas combinados o mixtos tienen ambos componentes, superficial y profundo.
En el curso clínico, los hemangiomas presentan tres fases: proliferativa (crecimiento rápido del tumor en los primeros meses de vida), fase involutiva inicial (aplanamiento del tumor y cambio de color) y la fase involutiva tardía (disminución en el volumen, la superficie se arruga y toma color pálido).
–¿Cuál es el método de diagnóstico?
–El diagnóstico es fundamentalmente clínico, ocasionalmente se puede requerir una ecografía Doppler color o una biopsia cutánea para descartar otros diagnósticos diferenciales.
Tratamiento
La Dra. Diez Pérez se explaya sobre los pasos para luchar contra los hemangiomas.
- Es importante informar a los padres que la mayoría de los hemangiomas involucionan espontáneamente. El seguimiento de estos niños debe ser mensual o bimensual en el primer año de vida.
El 30% de los hemangiomas infantiles involuciona en 3 años, el 50% a los 5 años y más del 90% en 10 a 12 años.
La involución no implica que “desaparezcan” sin dejar residuos. Pueden quedar cambios residuales como cicatrices, piel redundante, atrofia que es la disminución del tamaño de uno o más constituyentes de la piel. Se torna más delgada y fácil de plegar, tiene hipopigmentación con áreas de piel pálida, entre otras.
Los hemangiomas que requieren tratamiento son los localizados a nivel de los párpados, nariz, labios, orejas, la región ano-genital, ya que pueden producir deformidades o cicatrices. Y los de la región ano genital especialmente, se pueden ulcerar. Los hemangiomas ulcerados, ciertas localizaciones anatómicas (como los hemangiomas parotídeos), los hemangiomas que causan compromiso respiratorio o fallo cardíaco, son otras de las indicaciones de tratamiento.
Existen varias modalidades terapéuticas como los corticoides (tópicos, intralesionales o sistémicos); el propanolol sistémico (su utilización ha revolucionado el abordaje de los hemangiomas infantiles en los últimos 5 años por su seguridad, eficacia y escasos efectos secundarios).
Otra alternativa reciente para los hemangiomas superficiales es el propanolol tópico en crema y otro producto tópico es el timolol en solución.
El interferón alfa 2 a/alfa 2 b y la vincristina son de uso excepcional (por sus efectos secundarios), en casos de hemangiomas grandes que comprometen la vida y no responden a los corticoides o propanolol.
La terapia láser se utiliza para tratar, sobre todo, los hemangiomas superficiales, los cambios residuales que dejan como las telangiectasias, también es útil en caso de hemangiomas ulcerados.
La operación
El tratamiento quirúrgico se utiliza en los hemangiomas en fase de involución, para remover la piel redundante y el tejido fibroadiposo residual. También en los hemangiomas pedunculados que dejarán tejido fibroadiposo residual saliente.
(*) Especializada en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires.