18 de marzo de 2005 - 09:03
Hablame, rompé el silencio tiempo y espacio
Este artículo tiene 20 años de antigüedad ¡Con qué ansias esperamos las primeras palabras del bebé! Cada gorgorito, cada chillido, cada sonido repetido se analiza para dilucidar si se trata del comienzo del lenguaje o meramente de unos globos de ensayo de sílabas sueltas que algún día se convertirán en órdenes que tendrán a la familia en vilo. Si con un poco de llanto ya un recién nacido mantiene a los saltos a los adultos, dispuestos a cumplir sus deseos, ni falta que le hace hablar para estar bien comido, limpio y abrigado.