Gimnasia vertical

El pole dance o gimnasia vertical ya superó esos días en que se relacionaba la actividad con un baile de cabaret. Hoy se practica como una disciplina más que ayuda a bajar de peso y a exigirle al cuerpo tanto como pueda.

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Perla Alfonso, instructora, asegura que en una clase de pole dance o baile en barra se queman entre 300 y 500 calorías con una buena entrada en vigor de las articulaciones durante el entrenamiento. Ella comenta que “se realiza un buen estiramiento con trabajos de brazos, glúteos, piernas y abdominales. Luego de hacer todo el calentamiento previo y preparar el cuerpo se inician los ejercicios, según los niveles de cada uno”.

Nazarena Zena, instructora de pole dance y gimnasia, que hace 20 años se dedica a todo lo relacionado al entrenamiento físico, capacitación de profesores y a clases grupales de gimnasia, al buscar algo desafiante investigó nuevas tendencias de entrenamiento y surgió así la idea de hacer pole dance. “En ese entonces no tenía idea de lo complejo que era, una colega argentina me había sugerido que lo hiciera, y luego de dos años me animé. Traje tres caños que instalé en una sala y a una profesora para la certificación de la clase que iniciamos con cuatro chicas”, rememora.

Y, según dice, luego la sala de clase ya quedó pequeña porque iba aumentando la cantidad de alumnas de Asunción y del interior del país.

Alfonso explica que el pole dance “no tiene riesgos muy graves, aunque se admite que la persona podría tener moretones a causa de la fricción que se realiza con la piel”.

“Es una de las formas de ejercitarse y bailar al mismo tiempo mediante la utilización de un poste de caño vertical. Si bien ha sido fuertemente ligado con los night clubs y se le ha visto durante algunas décadas como un baile provocativo, hoy adquiere fama y reconocimiento a nivel mundial, ya que es una opción nueva de entrenar para adquirir gran fuerza, resistencia, flexibilidad y mucho control del cuerpo”, destaca Zena.

Es sabido que en varios países del mundo es una disciplina de competencia y se realizan torneos a nivel internacional, con la enseñanza de profesores certificados. “Comenzó a concebirse como deporte en Europa, con la primera world poledance federation, y desde ahí se hizo conocido en todo el mundo”, afirma Zena.

“El objetivo de esta actividad física es evitar el sedentarismo y fomentar el deporte, que las personas obtengan todos los beneficios que la disciplina brinda. Enseñamos las técnicas básicas para poder subirnos al pole”, apunta Alfonso.

Zena, por su parte acota que “la International Pole Sport Federation (IPSF), de la cual soy jurado, fue incluida en el World Sports for All Games, a desarrollarse en Yakarta, Indonesia, entre el 6 y 12 de octubre. Este evento anual es parte de la promoción de los deportes para todos del International Olympic Committe (IOC). La IPSF fue invitada con una delegación de ocho atletas para presentar el Pole Sports junto a 12.000 atletas de 110 países. La comunidad del poledance polesport estamos orgullosos de mostrar el pole al mundo entero”, finaliza.

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