Gastritis y enfermedades colorrectales

Sabemos que el estómago es el órgano fundamental para la salud humana, por ser el centro de la digestión alimentaria. De allí el dicho "que no hay enfermo con buena digestión ni persona sana con mala digestión".

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La enfermedad funcional del estómago deviene en una indigestión que generalmente es crónica si se repiten los factores que la condicionan, lo cual deviene en gastritis, cuyo efecto nocivo es la hiperacidez. Y uno de los órganos más sensibles a este evento es el colon, recto y ano.

Además de la hiperacidez, también se forman una serie de sustancias nocivas para el intestino que lo inflaman y, al absorberse por vía sanguínea, también enferman otros órganos. Debemos agregar la presencia de sustancias de efecto irritante que se ingieren, como los condimentos, alcohol, picantes y otras que hacen su parte en este problema, y sumar a esto que las paredes del intestino son más delgadas y menos resistentes que las del estómago. De allí que la mayoría de los pacientes con dolencias anorrectales que vemos en la consulta tiene o refiere problemas gástricos que hay que controlar para prevenir la recidiva.

Cuando se inflama en forma repetitiva la pared del conducto rectoanal, con el tiempo se presentan las primeras manifestaciones como ser ardor, dolor tipo punzada, sangrado, picazón, inicio de enfermedades como la fisura o las hemorroides y hasta cuadros infecciosos, como los abscesos y fístulas perianales.

Conociendo el desarrollo de los eventos, ya estamos en condiciones de darle algunos consejos útiles para su prevención:

1. Si tenemos gastritis crónica y cometemos algún desarreglo alimentario un fin de semana, un asadito bien condimentado, con su sangría, vino o cerveza. Al día siguiente o, mejor, esa misma noche, tomar un antiácido e inhibidor de la acidez (cualquier omeprazol) por 2 ó 3 días, antes de que aparezcan los primeros síntomas.

2. Si se presentaran algunas manifestaciones leves de la región anorrectal dentro de las primeras 24 horas, aplicarse algún supositorio o crema antihemorroidal. Además, un baño de asiento frío por 10 a 15 minutos puede ser apaciguador.

3. Está indicada una dieta liviana con yogur o frutas los siguientes dos días después de un fin de semana abrumador y con las manifestaciones ya señaladas.

4. Durante el mismo momento del suceso alimentario, se pueden contrarrestar los efectos nocivos de los excesos de productos cárnicos y la grasa que contiene; con el consumo simultáneo de verduras como ser lechuga, coliflor, brócoli, espinaca, acelga y otros, que por ser ricos en celulosa, elemento que no es digerible fácilmente, sirve como elemento de arrastre o dilución, hasta su salida por el conducto rectal, y de paso previene el estreñimiento.
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