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El Dr. Amadeo Zanotti, especialista en cirugía y urología pediátrica, informa que el frenillo lingual corto es un tema muy poco abordado, ya que se trata de una pequeña deformidad. Sin embargo, este frenillo particular cumple una función muy importante en la alimentación y el habla del niño.
“El frenillo lingual es una cicatriz de la formación de la lengua que lo sujeta con la base de la boca y que a su vez brinda movilidad a la lengua. El pediatra en la examinación física del recién nacido ya podrá detectar la presencia del frenillo corto, que se corregirá con una mínima cirugía con anestesia local y luego se coagula, ya que se produce un pequeño sangrado posterior al corte”, agrega.
El doctor Zanotti refiere que “incluso en el primer llanto del recién nacido el profesional podrá identificarlo, pues en la punta de la lengua se observa una forma de corazón y no la punta redondeada como debería ser”.
Observe que el frenillo corto “impide la movilidad normal de la lengua, pues cuando existe la movilidad normal de este órgano el bebé se prende al pezón de la madre, y comprime a su paladar, lo que posibilita la succión correcta y sin dificultad”.
“Se trata de una malformación del tejido que se presenta en muchos recién nacidos, no tiene alguna causa por lo que tampoco hay formas de prevención. El frenillo lingual corto tiene efectos sobre la anatomía de la lengua, porque el bebé no podrá succionar adecuadamente la leche materna, incluso si no es detectado a tiempo el niño empezará a hablar o pronunciar ciertas consonantes con mucha dificultad, como la letra T o D, por ejemplo, lo que posteriormente es motivo de burlas o bullying”, acota.
¿Qué hacer?
Se procede a “realizar una sencilla cirugía, que dura sólo unos minutos, y que posterior a dos a tres horas aproximadamente el bebé ya podrá alimentarse sin inconvenientes”, concluye.
Movilidad de la lengua
En aquellos casos en los que se decide cortar el frenillo sublingual, la cirugía la realiza un médico especializado en cirugía pediátrica.
El doctor Zanotti expresa que pasando los dos a tres meses de vida del bebé, es decir, cuando es lactante mayor, se realiza la cirugía pero con anestesia general, a fin de evitar lastimar al niño, ya que en esta etapa el recién nacido ya tiene más fuerza.
“Los padres deberán estar atentos y saber que una de las señales principales que podrán identificar el frenillo lingual corto en su hijo es principalmente cuando se dificulta prenderse al pezón de la madre para la succión de la leche materna”, detalla.
Indica que “si esta malformación no es corregida a tiempo, es decir, pasado los tres a cinco años de vida, se tendrá que consultar con un especialista en fonoaudiología o foniatría para trabajar la representación de las letras y obtener una correcta pronunciación del niño al momento de hablar, en especial cuando la lengua debe levantarse para hacer contacto con el paladar y expresarse”.