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El doctor Alberto Cacace Piacentini, ginecoobstetra, organizó un curso de optimización de estudios ecográficos en Ginecología y Obstetricia dirigido a especialistas, y hoy nos cuenta sobre la experiencia.
–¿Por qué es necesario optimizar los estudios ecográficos en ginecología y obstetricia?
–El nombre del curso hace referencia a los procedimientos que todos los profesionales que hacen estudios ecográficos en ginecología y obstetricia pueden y deben hacer para mejorar la calidad de las imágenes que obtienen. Por otro lado, se enfoca a los lineamientos que deben seguir para obtener las imágenes adecuadas de los órganos genitales internos de la mujer, así como de las estructuras fetales, siguiendo protocolos de sociedades internacionales especializadas y estandarizar. La manera de presentar los resultados gráficos. El objetivo final de esto es mejorar la calidad del diagnóstico que ofrecemos a las pacientes.
–¿Cuál es el aporte de este curso?
–Este curso es bastante único en su enfoque, ya que tiene la particularidad de ser teórico práctico. Se desarrolló por módulos y cada día se iniciaba la sesión con una parte teórica. Posteriormente, la parte práctica donde los médicos reproducían lo aprendido en la parte teórica, con pacientes y equipos de ecografía. En la gran mayoría de los cursos el oyente es un actor pasivo del aprendizaje; sin embargo, en este curso una vez aprendidas las maniobras, pasaban a ejecutarlas en la práctica. Además, fuera del país no se permite al estudiante que realice los estudios; solamente observa.
–¿Lo aprendido se puede aplicar a todos los estudios ecográficos?
–Así es. No importa si se trata de una ecografía ginecológica, de primero, segundo o tercer trimestre del embarazo. Tampoco importa la marca, ni el modelo del equipo de ecografía. La calidad de imagen se aprende moviendo las teclas que tienen los equipos hasta encontrar la imagen que sea la mejor, de acuerdo a la opinión del profesional. Las mejoras en el tipo de imagen que se desea obtener, ya sea del corazón del feto, para evaluar la presencia de cardiopatías congénitas o del cerebro del feto, para evaluar malformaciones o en los estudios del útero o los ovarios, son necesarias para hacer mejores diagnósticos, y eso se puede hacer en cada paciente. Abarcamos la evaluación del corazón y del sistema nervioso central del feto. Muchos colegas insistieron en que la parte que les resulta más difícil en la evaluación de los fetos son estas dos áreas. Era estimulante ver el deseo de aprender y cada uno ponía su mayor esfuerzo al practicar las maniobras aprendidas.