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El doctor Vladimir Vidal, especialista en medicina interna, manifiesta que los hombres tienen mucho interés en mejorar su aspecto físico, y en potenciar la armonía de sus cuerpos, lo que en ocasiones conlleva desafíos y bordea las obsesiones.
–¿Por qué los hombres que se ejercitan recurren a los esteroides?
–Recurren a los esteroides como apoyo de los ejercicios físicos y las dietas suplementadas para el aumento y definición de las masas musculares. Los hombres sienten que de esta forma pueden alcanzar su máximo potencial de fortaleza y rendimiento.
–¿Cómo reacciona este esteroide dentro del cuerpo humano, cuál es su función principal?
–Entre los esteroides encontramos los corticoides y los derivados sintéticos de la testosterona; ambos grupos son utilizados por su función anabólica, es decir, la formación de tejidos, principalmente el metabolismo de las proteínas para el desarrollo de los músculos. Primero aumentan la masa muscular y posteriormente anulan el catabolismo o degradación de estas proteínas, para que no se reduzcan las masas generadas. Los esteroides no actúan del mismo modo en todas las personas. Es una cuestión de metabolismo individual, en asociación a una rutina de ejercicios físicos y dieta de calidad.
–¿El uso de esteroides debe ser restringido?
–Las indicaciones médicas de los esteroides son muy precisas y se limitan a aplicarse en pacientes con desequilibrios hormonales y otras patologías; no suelen recomendarse en individuos sanos, ya que tienen múltiples efectos colaterales. Su uso debería ser restringido; y de utilizarse debería ser bajo estricto control médico. Se debe recordar que se puede aumentar la potencia de todas las hormonas mediante unos hábitos alimentarios y de vida adecuados, y no solo con esteroides.
–¿Cuáles son los efectos que podrían ocasionar estos inyectables en la salud de la persona?
–Los efectos dependen del tipo de droga, de la dosis y del tiempo de uso; las dosis utilizadas por deportistas suelen ser hasta 40 veces más que las dosis en tratamientos médicos convencionales. En altas dosis y largo tiempo llevan a retención de líquidos y sal, con aumento de la presión arterial. Pueden suprimir las funciones de la hipófisis, desencadenando trastornos de otras hormonas corporales; aumentan las masas musculares, pero si no se sostienen con el ejercicio luego son reemplazadas por grasa.