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“Una orina turbia, como la de los ganados, denota que la cabeza es o será afectada de dolor”. Esto indica que desde la antigüedad, la característica de la orina y la manera en que orinamos ya llamaba la atención de los médicos.
En el presente, se considera normal que una persona orine 6-8 veces en el día y pueda dormir 6-8 horas a la noche sin necesidad de orinar y tampoco es anormal si se levanta una vez durante la noche para orinar después de haber tomado mucha agua, café o alcohol antes de dormir. Sin embargo, levantarse varias veces a la noche para orinar puede ser debido a medicamentos, diabetes, enfermedades de los riñones, del corazón, la próstata; así como otros problemas de salud. Tener mucha sed y orinar a menudo después de una actividad física intensa es normal, pero si la sed y el orinar mucho duran varios días o semanas, puede ser debido a la diabetes; más todavía si va acompañado de otros síntomas como cansancio excesivo, lenta cicatrización y dificultad de curarse lesiones de la piel, hormigueos y pérdida de sensibilidad de las manos o los pies. En ese caso, debe consultar con su médico de manera inmediata.
La orina puede cambiar normalmente de olor según algunos medicamentos y de acuerdo a cómo el cuerpo digiere ciertos alimentos. El espárrago, por ejemplo, puede dar un olor característico a la orina que más bien recuerda al sulfuro. También es capaz de cambiar el olor de la orina ciertos pescados y condimentos, pero si el olor de su orina es diferente de lo usual y no son causados por lo arriba citados, es mejor consultar también con su médico. El color de la orina es normalmente claro o amarillo. Claro cuando se bebe abundante agua, pero cuando el color es amarillo obscuro, dorado, significa que no está bebiendo suficiente líquido. Si la orina se vuelve rosada o roja, probablemente debe consultar con el médico porque –a no ser que haya comido abundante remolacha– puede ser debido a la presencia de sangre en la orina; lo cual puede apuntar a una infección de las vías urinarias, piedras en los riñones y a veces a algún problema más grave como enfermedad de los riñones, cáncer de la vejiga o algún trauma interno. No debemos olvidar, sin embargo, que algunos medicamentos y vitaminas también pueden cambiar el color de la orina volviéndola rojiza. Si la orina a simple vista se ve muy turbia, muy bien pude ser el signo de una infección. La orina se mantiene la mayoría de las veces libre de gérmenes en la vejiga, pero cuando se encamina fuera del cuerpo, se expone a la contaminación con bacterias.
Algo curioso entre ciertas personas es el tener un verdadero problema en orinar frente a los demás. La dificultad de orinar en público se denomina paruresis y es una especie de fobia o ansiedad social que con ayuda profesional es modificable. Atajar la orina por mucho tiempo no es aconsejable, desde luego, porque puede ocasionar infecciones urinarias; especialmente en las mujeres, en quienes el uso diario de “toallas higiénicas” o del papel higiénico de atrás para adelante pueden exponerlas a un mayor riesgo de infecciones urinarias. Estas son más frecuentes en las mujeres porque las bacterias llegan más fácilmente a la vejiga debido a la uretra más corta. La menor frecuencia de infecciones urinarias en el hombre no significa no poder tenerlas. En el hombre pueden volverse repetitivas cuando las bacterias se meten en las profundidades del tejido prostático. Después de haber tenido infecciones urinarias es importante mantenerse bien hidratado para prevenir futuras infecciones y es recomendable para la mujer orinar después de las relaciones sexuales para ayudar a limpiar las vías urinarias. Cuando existe dolor y ardor al orinar, puede muy bien ser debido a una infección de las vías urinarias, a enfermedades transmitidas sexualmente o a una piedra formada en las vías urinarias que al desprenderse se tranca cerca de la entrada de la vejiga. A veces la misma pared de la vejiga puede inflamarse produciendo algo llamado cistitis intersticial. De todas maneras, ante la presencia de dolor al orinar, es mejor consultar con el facultativo.
Finalmente, algunas personas tienen pérdida involuntaria de la orina al toser, estornudar o al levantar algún peso. Eso se denomina incontinencia del estrés porque sucede cuando la vejiga está presionada. Pasa durante el embarazo y a veces no desaparece después del parto. También puede aparecer después de la menopausia. Lo bueno es que estas incontinencias son corregibles la mayoría de las veces a través de ejercicios, pérdida de peso y por métodos quirúrgicos si fuera necesario.
*Médico especialista diplomado del Consejo Americano de Psiquiatría y Neurología.